Hermann Schreiber, de 80 años, y su esposa, Teresa Domínguez, sufren desde hace varios años de Alzheimer. Ambos, él alemán y ella española, viven en un pequeño municipio de la selva negra alemana llamado Unterkirnach. Los acompaña Tamara, la enfermera que se encarga de cuidarlos a diario.
Al principio, cuando tocaba, Schreiber estaba convencido que los aplausos eran para él. Pronto, la ilusión se volvió realidad, y se llenó rápidamente de admiradores.
"Este lunes se emocionó mucho. A veces le pasa. También me preguntó si podía cantar y le dije que por supuesto. Se estrenó con una canción tirolesa y ahora estamos pensando el repertorio. Es para comérselo. A mí me ha dado la vida, sobre todo ahora", había contado Tamara al diario español El País cuando el primer video se hizo viral. Su historia, ahora, logró un lugar en el mundo del cine.
Un grupo de 16 profesionales del mundo audiovisual creó Hermann, un cortometraje que llevó un trabajo de dos meses y medio, que realizó el equipo cada uno desde su hogar.
En tan solo 2 minutos y 45 segundos, la historia del hombre que empezó a tocar la armónica motivado por Tamara, la enfermera que lo cuida, a las 20 horas cuando se aplaude a los médicos, quedó plasmada de una forma conmovedora.
"Como todo el mundo, nos vimos confinados sin tener tiempo de asimilarlo. En una de las noches de ver noticias y buscar información, ya muy tarde, me topé con el video de Tamara. Me dejó tocado, me fui a dormir y solo podía pensar en qué imaginaba él cuando salía a tocar, dónde viajaba, qué sensación tenía. Por la mañana me levanté y escribí el guión. Fue nuestra apuesta y la verdad es que nunca hemos tenido al equipo más motivado y productivo", contó Jordi García, el director, según cita el portal ABC.
Mira aquí el corto:
Conmovedor, ¿cierto?