"Es obvio que en las elecciones presidenciales en ese país [Bielorrusia] no se respetaron ni los más mínimos estándares de la democracia, en nuestra opinión es inaceptable", dijo Seibert.
Agregó que los miembros de la Unión Europea "discutirán cómo reaccionar" ante las elecciones bielorrusas "en conjunto y de una manera proporcionada".
"Nuestros socios europeos y nosotros hemos llamado a que las elecciones sean libres y limpias. El Gobierno de Alemania insta a los dirigentes políticos del país a garantizar que los ciudadanos de Bielorrusia gocen de la libertad de reunión, de expresión y de información", apostilló Seibert.
Preguntado si Berlín reconoce las elecciones, el vocero comentó que acababa de "expresar las evaluaciones del Gobierno alemán después de las elecciones, de cómo se celebraron".
A su vez, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen afirmó que las represalias contra manifestantes pacíficos son inadmisibles en Europa.
"Las persecuciones y represalias crueles contra los manifestantes pacíficos no deben tener lugar en Europa, los derechos fundamentales deben respetarse en Bielorrusia", escribió en su cuenta de Twitter.
También instó a las autoridades bielorrusas a garantizar un recuento exacto de los votos.
"Pido a las autoridades de Bielorrusia que garanticen un escrutinio exacto", enfatizó la funcionaria europea.
En este contexto, el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Heiko Maas, instó a las autoridades de Bielorrusia a soltar a los participantes de las protestas de la víspera que no violaron la ley.
"Exhortamos a liberar a aquellos que estaban protestando de forma pacífica", declaró en rueda de prensa este 10 de agosto.
Maas informó que está debatiendo con sus homólogos de la Unión Europea el tema de las elecciones presidenciales bielorrusas y la actividad de las autoridades de esta república "durante las semanas precedentes al sufragio y durante la propia votación".
Heiko Maas también declaró que la campaña de las elecciones presidenciales en Bielorrusia da motivo a la Unión Europea para pensar en la necesidad de reactivar el régimen de sanciones que se usó contra Minsk.
A su juicio, durante la campaña electoral bielorrusa "se asestó un golpe más que duro" a las esperanzas de que en la república se respeten los principios del Estado de derecho, también afirmó que "no se observó absolutamente nada" parecido a elecciones libres.
Además indicó que conviene pensar si "siguen actuales a la luz de los acontecimientos de los últimos días y semanas" los primeros pasos hacia el levantamiento de las sanciones que la Unión Europea dio durante los últimos años creyendo que el país bielorruso avanzaba hacia la materialización de los principios del Estado de derecho.
Las presidenciales se celebraron en Bielorrusia el 9 de agosto, y según los datos preliminares de la Comisión Electoral Central (CEC) del país, el actual mandatario, Alexandr Lukashenko, reunió el 80,23% de votos.
Tras el cierre de las mesas electorales, numerosas personas se echaron a la calle en Minsk y otras ciudades para expresar su descontento con el recuento oficial, lo que derivó en enfrentamientos con la Policía, que usó granadas aturdidoras, gases lacrimógenos, cañones de agua y hasta balas de goma para dispersar a los manifestantes.
Al menos 39 policías y más de 50 civiles resultaron heridos durante los desórdenes públicos que derivaron en la detención de unas 3.000 personas, una tercera parte de ellas en Minsk, según el Ministerio del Interior bielorruso.