La gran conflagración estalló el 28 de julio de 1914 tras el asesinato del Archiduque Francisco Fernando de Habsburgo, heredero al trono del entonces imperio Austro-Húngaro, a manos de un estudiante nacionalista serbio en Sarajevo.
En la gran guerra se vieron implicados 38 de los 59 países independientes que existían en esos años, reunidos en dos bloques. Por un lado, la Entente conformada por Rusia, Francia y el Reino Unido, a la que se fueron sumando otros países. Por el otro, la Triple Alianza de Alemania, el Imperio Austro-Húngaro e Italia.
Si bien la chispa que hizo estallar el conflicto fue el asesinato del archiduque austro-húngaro cometido el 28 de junio de 1914, lo cierto es que estos países estaban enfrentados por varios territorios que se disputaban desde hace años.
Los primeros compases de la guerra
El imperio Austro-Húngaro le declaró la guerra a Serbia el 28 de julio de 1914. Rusia salió en defensa de su aliada y dos días después comenzó a movilizar sus fuerzas. Alemania exigió a Rusia que cesara la movilización y el 1 de agosto le declaraba la guerra.
Entre agosto y septiembre de 1914, los soldados rusos derrotaron a las tropas austro-húngaras en Galitzia, y entre finales de 1914 y principios de 1915 a las fuerzas turcas en la zona del Cáucaso.
En 1915 las potencias centrales obligan a Rusia a salir de Galitzia, Polonia y parte de territorios en el Báltico. Además derrotan a Serbia.
Tras el fracaso de las fuerzas alemanas para romper la defensa de la localidad de Verdun, en el este de Francia, que duró de febrero a diciembre de 1916, la iniciativa pasó a manos de la Entente. Además la derrota que sufrieron las tropas austro-alemanas entre mayo y junio de 1916 en Galitzia, de hecho, predeterminó el fin del Imperio Austro-Húngaro, el principal aliado de Alemania. En el Cáucaso, el Ejército ruso seguía a la ofensiva.
Cambia el escenario
En momentos álgido de la gran guerra se producen en Rusia los movimientos revolucionarios que culminaron con la abdicación del zar Nicolás II el 15 de marzo de 1917.
El 3 de marzo de 1918 la Rusia debilitada por la conmoción política se sale de la guerra al firmar el Tratado de Brest-Litovsk, un suceso que lleva a Alemania y al Imperio Austro-Húngaro a cambiar de táctica y trasladar sus tropas del frente oriental al occidental.
La Primera Guerra Mundial terminó el 11 de noviembre de 1918 con la firma de un armisticio entre Alemania y los representantes de la Entente.
En en esa conflagración en Rusia:
- perdieron la vida más de dos millones de soldados;
- más de tres millones fueron tomados prisioneros;
- más de un millón de civiles perdieron la vida.
Esos cuatro años de guerra y muerte redibujaron el mapa de Europa con el nacimiento de nuevos países como Polonia, Finlandia y otros, pero, al parecer, no cambiaron la conciencia de las élites políticas y militares. Veinte años después se desataría otra gran guerra más devastadora.