"Nosotros no hemos renunciado al canal (…) Si nosotros con todas las limitaciones que tenemos, siendo el país más pobre de Latinoamérica, crecimos 4% anual cuando todo el mundo se estacaba, ¿qué no haríamos nosotros con ese canal?", afirmó a Sputnik Fonseca Terán, hijo del fundador del FSLN, Carlos Fonseca Amador.
En 2013, el proyecto del Gran Canal Interoceánico de Nicaragua, según su nombre oficial, brillaba en los titulares de la prensa como "desafío a Panamá", "el controvertido y faraónico Canal", o "un sueño de 500 años que pronto se puede concretar".
De ser concluido el megaproyecto, marcaría un nuevo hito en la navegación marítima mundial, mientras que la importancia del Canal de Panamá pasaría a un segundo plano.
Por su parte Fonseca Terán aseveró que el canal marca la historia de Nicaragua y significa para el Gobierno más soberanía y prosperidad económica.
El dirigente sostuvo que con este proyecto, el Gobierno de su país no está "desafiando" al Canal de Panamá, ya que este último no es apto para que crucen la mayor parte de las embarcaciones que sí podrían hacerlo por Nicaragua.
"El Canal de Panamá incluso con la ampliación no permite el paso de los barcos más grandes. El mundo necesita el Canal de Nicaragua", sentenció Fonseca Terán.
La construcción comenzó oficialmente en 2014, pero la crisis bursátil que azotó China entre 2015 y 2016 le hizo perder 85% de su patrimonio al principal inversionista de HKND, el magnate de las comunicaciones, Wang Jing.