"Nuestro primer estudio demostró que el uso de la hidroxicloroquina sola o asociada a la azitromicina no mejoró la evolución clínica de los pacientes hospitalizados con cuadros leves o moderados de COVID-19", informó Otávio Berwanger, director de la Academic Research Organization del Hospital Albert Einstein de São Paulo, uno de los participantes en el estudio, según recoge el diario Folha de São Paulo.
Los pacientes fueron divididos, por sorteo, en tres grupos: el primero, con 217 personas, fue medicado con hidroxicloroquina y azitromicina; el segundo (221 pacientes) sólo recibió hidroxicloroquina; y el tercero (227 enfermos) no recibió ninguna de las drogas, sólo fueron tratados con seguimiento clínico.
El resultado de los tres grupos fue muy similar: dos semanas después, el 69% de pacientes del primer grupo, el 64% del segundo y el 68% del tercero ya habían sido dados de alta y respiraban sin problemas.
El número de fallecidos también fue muy similar en los tres grupos, rondando el tres por ciento de los pacientes.
No obstante, sí fueron frecuentes alteraciones en los exámenes de electrocardiograma (aumento de las frecuencias cardiacas) o en los que pueden mostrar riesgo de lesión hepática (un aumento de enzimas TGO/TP en sangre).
La hidroxicloroquina se convirtió en un símbolo político para el presidente Jair Bolsonaro y otros líderes mundiales, que la defienden a pesar de que no está comprobada su eficacia.
El líder brasileño, infectado con COVID-19 desde el 7 de septiembre, dice que gracias a este medicamento notó mejora en su estado de salud.