Por medio de un comunicado, los miembros de la ANPRAC consideraron las palabras del subsecretario como "estigmatizantes", puesto que sus comentarios dan "un trato inequitativo hacia el sector, satanizan una actividad estratégica para la economía y un producto que está en la preferencia de millones de mexicanos".
Durante una gira de trabajo en Berriozábal, municipio del estado mexicano de Chiapas, el funcionario federal reiteró que el consumo excesivo de sal y azúcar incide directamente en las tasas de obesidad, diabetes e hipertensión de la población en México. Al respecto, dijo que frente a la pandemia de COVID-19, los mexicanos debían considerar no incluir en su alimentación diaria los refrescos y otros productos industrializados.
"¿Para qué necesitamos el veneno embotellado, el de los refrescos? ¿Para qué necesitamos donas, pastelitos, papitas que traen alimentación tóxica y contaminación ambiental? Las botellas llegan a ríos y luego al mar", advirtió López-Gatell el 18 de julio.
Ante estas acusaciones, los refresqueros aseguraron que el planteamiento del subsecretario de Salud pretende colocar a su sector como un enemigo de la población. Del mismo modo, descartaron que las enfermedades crónicas en la población mexicana se deban únicamente al consumo de refrescos.
En sus conferencias diarias, López-Gatell ha enfatizado que la comorbilidad –la presencia de una o más enfermedades en un paciente– que se ha registrado en México durante la pandemia de COVID-19 se asocia con la preexistencia de enfermedades como diabetes, hipertensión, entre otros, padecimientos que se asocian con la mala alimentación de la población.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 8,7 millones de personas en México padecen diabetes. Asimismo, estima que alrededor de 12 millones de personas padecen la enfermedad sin saberlo, ya que todavía no han sido diagnosticadas.