La ministra española de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, finalmente no ha resultado elegida para relevar al portugués Mário Centeno al frente del Eurogrupo, el organismo europeo donde los ministros de los Estados miembros de la zona del euro debaten cuestiones vinculadas a sus responsabilidades comunes relativas a la moneda común.
Según todos los indicios, Calviño se había granjeado el apoyo de los pesos pesados de la eurozona, como Alemania, Francia, Italia, obviamente España, y también Portugal, Finlandia y Grecia. Pero el grupo de la llamada Liga Hanseática que integran Países Bajos, Suecia, Austria o Dinamarca, al parecer con el apoyo de países pequeños como Chequia, Eslovaquia, Irlanda y los países bálticos, ha impuesto sus preferencias, alejadas de la idea de que la vicepresidenta de uno de los Estados más afectados por la pandemia y miembro de un Gobierno que aboga por soluciones solidarias, asuma la presidencia del Eurogrupo justo cuando se está negociando el presupuesto comunitario.
¿Qué habría cabido esperar de Calviño en el Eurogrupo?
Según el economista Juan Vázquez Rojo, "la elección de Nadia Calviño habría marcado una senda continuista del Gobierno con la Eurozona". "Es decir, desestimar cualquier enfrentamiento con las instituciones europeas al estilo Syriza, algo que resulta evidente desde que Pedro Sánchez es presidente".
"Si además hubiese sido presidenta del Eurogrupo, la cosa se habría complicado más para Sánchez; habría tenido un Gobierno bicéfalo donde las grandes cuestiones socioeconómicas no sólo iban a depender del vicepresidente Pablo Iglesias o de la ministra de Hacienda María Jesús Montero, sino de Nadia Calviño", explica Monereo a Sputnik.
Vázquez, editor de la publicación especializada Revista Torpedo, opina que la elección de Calviño no habría asegurado una toma de medidas "más beneficiosas para España", puesto que esto "es algo que tiene más que ver con la correlación de fuerzas en Europa y no con que Nadia Calviño hubiese resultado elegida presidenta del Eurogrupo". Este economista incide en la idea de que lo ocurrido en Grecia durante el Gobierno de Syriza "marcó un precedente muy claro para la Eurozona".
"Pese a que la estructura de la zona euro es la misma, las autoridades han abandonado el perfil más ortodoxo: el BCE y la defensa de las expansiones cuantitativas son un claro ejemplo de ello. Esto no quiere decir que la eurozona sea más heterodoxa o progresista, ni mucho menos", sostiene.
"Simplemente", abunda en su argumentación este economista, "tiene claro lo mínimo necesario para controlar la estabilidad política de los países que forman el euro". Vázquez apunta la idea de que una vuelta a políticas comunitarias de mayor ortodoxia neoliberal podrían "dañar al Gobierno de coalición" en España, una situación que si se da, ya no será con Nadia Calviño dirigiendo el Eurogrupo, lo cual afectaría la propia estabilidad política del país.
¿Qué ha perdido España con la derrota de Calviño?
"Mi opinión es que no hemos perdido nada, sino que ganamos", afirma rotundo el politólogo Manuel Monereo. "A mi juicio no es una ministra española que defienda los intereses nacionales, es más bien una ministra de la UE en España".
"No es una persona ligada profesionalmente a España, es una alta funcionaria europea que ha hecho su carrera en la UE y que piensa jubilarse en la UE, cuyos intereses refleja con mucha nitidez, especialmente de Alemania. Por eso digo que su no elección es un hecho positivo".
Esta "típica lucha de poder" dentro del seno de la UE ha conjugado en su opinión "un juego de estrategias donde los países pequeños buscan otro tipo de representación mejor para sus intereses, que además coinciden con las posiciones más derechistas".
"Es el Caballo de Troya"
El presidente del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, promovió la candidatura de Calviño al Eurogrupo. Y hay que recordar que es una ministra que no tiene filiación política.
Tal vez el canal de presión con el que Bruselas influye en España quede atenuado a partir de ahora, situación que el Gobierno español aproveche para apuntalarse. "Ella, por definición es el caballo de Troya de la UE en España", asevera Monereo. "De haber ganado la presidencia del Eurogrupo, habría jugado un partido de tú a tú con Pedro Sánchez", afirma, al tiempo que asegura que su posición "ha quedado devaluada".
Su presencia en el Gobierno de España
Este politólogo cree que, tras su derrota, Calviño será "más controlable", pues en caso de haber encabezado el Eurogrupo, "gozaría de una autoridad sobrevenida en un Gobierno español de coalición".