Según una información a la que ha tenido acceso el diario digital El Español, el abogado suizo Dante Canónica ha declarado ante el fiscal de Ginebra Yves Bertossa que Juan Carlos de Borbón le encargó en 2008 la ocultación en el país helvético de una "importante donación".
El abogado Dante Canónica trabaja en Rhone Gestion, la sociedad de gestión de fortunas de Fasana, una especie de gestoría de altos vuelos y con clientes muy influyentes. Su comparecencia ante el fiscal Bertossa acaeció en Ginebra el 24 de agosto de 2018. El nombre de Rhone Gestion salió a la luz hace algunos años, pues figuró en dos grandes escándalos de corrupción en España, los casos Gürtel y Pujol.
El origen de los 100 millones
El actual rey emérito fue disponiendo de ese capital y gastándolo hasta que en abril de 2012 sufrió un accidente cazando elefantes en Botswana en compañía de una amiga, la alemana Corinna Larsen. Como resultado, Juan Carlos de Borbón se rompió una cadera y tuvo que ser trasladado de urgencia a España.
Transcurridos dos meses y luego de sufrir dos intervenciones quirúrgicas, la cuenta del banco Mirabaud se cerró y el dinero restante (64,8 millones de dólares fue transferido a una cuenta personal de Corinna en un banco de Bahamas).
"Quería deshacerse de ese dinero porque tenía miedo de que se supiera", ha asegurado Dante Canónica ante el fiscal.
¿Por qué Corinna recibió tanto dinero?
Larsen confesó al fiscal Bertossa que Juan Carlos de Borbón le envió en 2012 los 64,8 millones de dólares "por gratitud y por amor", "no para deshacerse del dinero", sino para asegurar su futuro y el de sus hijos.
Ingeniería fiscal con Felipe VI de beneficiario
Se da la circunstancia de que el actual rey de España, Felipe VI, figuraba como beneficiario en la cuenta de la Fundación Lucum en el banco Mirabaud, donde se depositaron los 100 millones de dólares.
El pasado 15 de marzo, con toda España en estado de conmoción mientras se cumplía el primer día de confinamiento decretado por el Gobierno durante el estado de alarma, Felipe VI hizo una aparición televisiva y comunicó oficialmente su renuncia a esta herencia. En su comunicado, el monarca español aseguró haberse enterado de su condición de beneficiario el 5 de marzo de 2019 mediante una carta de los abogados de Corinna Larsen (el despacho británico Kobre&Kim).
En el momento actual, el fiscal Yves Bertossa mantiene abierta su investigación sobre Corinna Larsen, el gestor Arturo Fasana y el abogado Dante Canónica bajo fundadas sospechas de haberse cometido un delito de blanqueo agravado de capitales, penado con hasta cinco años de cárcel.
Cómo se transfirió el dinero
El abogado Dante Canónica también ha relatado al fiscal cómo Juan Carlos I le procuró el contacto del embajador saudí en EEUU, Adel Al-Jubeir, para que este mediara en la transferencia del dinero.
El encargo de Juan Carlos I
Acompañado de Arturo Fasana, Dante Canónica conoció personalmente al rey emérito en el Palacio de la Zarzuela entre finales de 2007 y principios de 2008. Canónica habría insistido en la imposibilidad de que tal estructura fuera opaca. Según este abogado, Fasana y él pidieron garantías de que el dinero no se tratara de una comisión o retrocomisión.
"Preguntó si existía la posibilidad de crear una estructura para recibir esta donación. Le respondí que era importante que supiéramos la cantidad y que también era importante crear una estructura totalmente transparente, es decir, que Juan Carlos I apareciera como beneficiario efectivo".
Juan Carlos firmó la transferencia a Corinna
En sus explicaciones al fiscal suizo, Canónica insistió en que el propio rey emérito firmó la orden de transferencia de los fondos a la cuenta Corinna Larsen en Bahamas.
El motivo fue evitar que "los herederos de Juan Carlos I me reprocharan algún día esta transferencia, por lo que otorgué un poder sobre la cuenta a favor de Juan Carlos I para que él mismo ordenara esta operación". En principio el rey emérito no recibió ninguna otra donación más en la cuenta de la Fundación Lucum del rey de Arabia Saudí ni de ningún otro dirigente o monarca. Pero según la declaración de Arturo Fasana al fiscal, en tal cuenta figura un ingreso de 1,9 millones de dólares efectuado en abril de 2010 por el sultán de Bahrein.