La reunión entre los representantes de la Asociación Médica de Indonesia y las autoridades de este centro administrativo de la provincia de Java Oriental se convocó para debatir las medidas que lleven a contener la propagación del COVID-19.
La alcaldesa se arrodilló, se rompió a llorar y pidió perdón después de que un neumólogo refiriera que la clínica donde él trabaja está llena de los pacientes de COVID-19.
Un grupo de lucha contra el coronavirus propuso restablecer en Surabaya las restricciones sociales, pero la alcaldesa dijo que la administración de la ciudad prefiere hacer hincapié en ampliar el testado y cerrar los centros comerciales en que se detecten los casos de COVID-19 y al mismo tiempo afirmó que se observa una tendencia a la disminución del número de infectados.
Indonesia, con una población de más de 260 millones de personas, ha confirmado hasta la fecha 55.092 casos de COVID-19 y 2.805 decesos.