"Turquía está jugando un juego peligroso en Libia y lo he dicho al presidente [Recep Tayyip] Erdogan", dijo el mandatario francés al término de las negociaciones con el presidente de Túnez, Kais Saied.
Las acciones de Turquía, subrayó Macron, contradicen las obligaciones asumidas durante la conferencia de Berlín, celebrada el 19 de enero.
El presidente galo reiteró la postura de su país que llama al alto el fuego a todos los bandos del conflicto.
Además, subrayó la necesidad de poner fin a la injerencia extranjera en la situación en Libia.
Libia continúa sumida en una crisis desde que la caída del que fuera su líder durante décadas, Muamar Gadafi, en 2011, derivara en violentos enfrentamientos entre facciones rivales.
Actualmente en el país hay una dualidad de poderes: el Gobierno interino junto con el Parlamento en Tobruk, que controla la parte oriental y cuenta con el apoyo del Ejército Nacional Libio (ENL) liderado por el mariscal Jalifa Haftar, y el Gobierno de Acuerdo Nacional (GAN) avalado por la ONU y liderado por Fayez Sarraj, con sede en Trípoli, en el noroeste del país.
A principios de abril de 2019, Libia entró en una nueva espiral de violencia después de que el ENL de Haftar empezara una ofensiva para liberar Trípoli de "terroristas".
Las fuerzas leales al Gobierno de Sarraj respondieron con la operación Volcán de Ira contra las tropas del mariscal.
El pasado 6 de junio, El Cairo acogió una reunión entre el presidente egipcio, Abdelfatah Sisi, el presidente del Parlamento libio que sesiona en Tobruk, Aguila Saleh, y Haftar, al término de la cual fue anunciada una nueva iniciativa de paz que prevé una tregua en todo el territorio libio, la retirada de las fuerzas extranjeras y el desarme de los grupos armados.
La iniciativa fue respaldada por Rusia, Estados Unidos y varios países árabes, incluidos Arabia Saudí y Emiratos Árabes, mientras que el Gobierno de Trípoli y Turquía la rechazaron.
'Muerte cerebral' de OTAN
El presidente francés cree que el incidente entre las fragatas de Turquía y Francia, ocurrido frente a las costas de Libia, es una muestra de turno de la "muerte cerebral" de la OTAN.
"Cuando observo lo que pasó la semana pasada bajo el mando de la OTAN frente a las costas de Libia, lo considero inaceptable. Y los remito a las declaraciones que hice a fines del año pasado sobre la 'muerte cerebral' de la OTAN", dijo Macron.
El mandatario galo catalogó la situación de inaceptable y criticó duramente las acciones de Turquía en Libia.
Turquía rechazó las acusaciones, diciendo que fue el barco francés el que realizó maniobras peligrosas.
A inicios de noviembre del año pasado Macron aseguró en una entrevista con la revista The Economist que es testigo de algo que calificó como "muerte cerebral de la Alianza", ya que dentro del bloque militar no existe ninguna coordinación estratégica entre las decisiones de EEUU y las de los demás aliados.
La canciller federal de Alemania, Angela Merkel, y el secretario general de la alianza, Jens Stoltenberg, manifestaron en esa ocasión su desacuerdo con las palabras del presidente galo.