Mendoza es el último personaje público español que seha sumado a las teorías de conspiración sobre el virus. "Quieren controlarnos cuando se anuncie la vacuna con un chip a cada uno de nosotros para controlar nuestra libertad, pero ¡qué se han creído, esclavos y servidores de Satanás! ¡No les tengáis miedo!", clamó el sábado pasado durante el acto de celebración de San Antonio de Padua.
Palabras que dirige al cofundador de Microsoft, Bill Gates, y al empresario húngaro George Soros, a los que llega a vincular con el demonio. "Las fuerzas oscuras del mal, en cada generación aparece el anticristo, y aquellos que les sirven, con gran poder, queriendo usurpar el nombre de Dios", continúa el presidente de la UCAM.
Mendoza, máximo responsable de la UCAM, a la que asisten 19.000 personas, se une a las voces de los cantantes Miguel Bosé y Enrique Bunbury, suscriptores de teorías conspiratorias contra la vacuna del coronavirus. Según estas, la pandemia es una vía para llegar a la vacuna con la que se pretende dominar el mundo mediante el uso de microchips, nanobots y conexión a la red de telefonía 5G. También tiene sus dudas sobre el remedio el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, quien también el sábado dijo que algunas vacunas se fabricaban con células de fetos abortados.