Unos recientes tuits de Donald Trump en tono amenazador vuelven a provocar polémica. El presidente de EEUU se ha puesto duro con los funcionarios del estado de Washington, Jenny Durkan y Jay Inslee, de quienes los protestantes, considera, se están burlando.
"Terroristas del país han tomado el control de Seattle, gobernado por demócratas de la izquierda radical, por supuesto. ¡ORDEN Y LEY!", reza el tuit.
El político está preocupado por unas protestas que han llegado hasta el centro neurálgico del poder en la ciudad de Seattle y que no muestran signos de apagarse. Un grupo de manifestantes ha armado barricadas en varios puntos del barrio Capitol Hill, muy cerca de la comisaría de Policía de este.
Como se puede leer en el tuit, Trump llega a tachar a algunos participantes de "anarquistas asquerosos". Se trata de una situación que lo inquieta mucho, y por eso ha instado en otro tuit a los dos funcionarios a recuperar el control de la ciudad: "Si no lo hacen ustedes, lo haré yo. Esto no es un juego", remata.
En ese contexto, tanto la alcaldesa de Seattle como el gobernador del estado de Washington han optado por plantar cara al presidente de su país, tambíen vía Twitter:
"Pónganos a salvo a todos. Vuelva a su búnquer", declaraba la alcaldesa Jenny Durkan en referencia a los hechos del 29 de mayo, que acompañaba su respuesta con el hashtag de Black Lives Matter.
Más duro fue el gobernante del estado de Washington: "Un hombre que es totalmente incapaz de gobernar debería mantenerse fuera de lo que pasa en el estado de Washington", dice Inslee a Trump, a quien invita a dejar de tuitear.
En estos momentos las protestas son una realidad muy extendida por todo EEUU, pero las de la región del noroeste del Pacífico son las que más están preocupando al Gobierno federal.
En Seattle, por ejemplo, miembros del Consejo Municipal están participando activamente en el movimiento, con figuras como la política del partido socialista Socialist Alternative, Kshama Sawant, que dirigió un grupo de manifestantes hasta el mismo ayuntamiento para llevar a cabo una reunión improvisada en su interior. En Portland, Oregón, el jefe de la Policía ha dimitido.