"Según la información de que disponemos, de cara a estos eventos políticos, se prevé que el trabajo se intensifique a través de las oportunidades disponibles para ellos, incluyendo en las regiones rusas, con la ayuda de organizaciones no gubernamentales sin fines de lucro, para provocar ánimos nacionalistas y separatistas", dijo Pátrushev en una entrevista con el diario AIF.
Según el alto funcionario, el Occidente se propone intensificar la presión mediática sobre Rusia "con el fin de erosionar los valores espirituales, morales, culturales e históricos de Rusia que forman la base del Estado".
"Las tareas principales son dividir a la sociedad rusa, imponer valores y modelos de desarrollo ajenos, para poder manipular la opinión pública", añadió Patrushev.
El sufragio nacional sobre las enmiendas a la Constitución debía celebrarse el 22 de abril pero se aplazó por el coronavirus.
El 1 de junio el presidente ruso, Vladímir Putin, anunció que la votación tendrá lugar el 1 de julio.