Obtener luz verde de Det Norske Veritas es uno de los pasos que el gasoducto ruso Nord Stream 2 tiene que dar para conseguir finalmente completar su proyecto.
A algunos medios estadounidenses no les gusta la idea de que Europa vaya a doblar sus importaciones de gas natural ruso, así que el portal Washington Examiner se ha propuesto aportar su grano de arena para que las sanciones anunciadas por los senadores Ted Cruz y Jeanne Shaheen se apliquen a la compañía noruega si da paso al proyecto.
"Si se imponen sanciones a la compañía, puede ser que el Nord Stream 2 nunca se materialice. Eso sería algo muy bueno", dice el autor del artículo. El vicedirector general del Instituto de Energía Nacional de Rusia, Alexandr Frolov, considera que esta idea es contraproducente para la UE, y se le antoja, incluso, irónica.
"Lo irónico es que proposiciones como las sanciones ya aceptadas suponen un impacto no solo contra Gazprom y la compañía (que dirige la construcción) del Nord Stream 2. Eso perjudicará a las empresas europeas. Hablamos de decenas de empresas europeas, incluidas las grandes compañías energéticas (...). Una idea genial la de golpear a los propios aliados", comenta Frolov.
Ucrania, otros países europeos y EEUU se muestran en contra de esta iniciativa por temor a que aumente la dependencia de Europa de Rusia, y por eso Washington introdujo en diciembre del año pasado una serie de sanciones contra Moscú que han retrasado la puesta en marcha del proyecto.