Los manifestantes se dirigieron al Palacio de Gobierno, recinto que fue vandalizado por algunos de los participantes, quienes quemaron banderas, dañaron una de las puertas, e irrumpieron en el edificio, donde destruyeron algunos muebles.
En su camino al Palacio de Gobierno, algunos de los inconformes también destruyeron patrullas, motocicletas y dos camionetas de la Policía estatal, una de las cuales fue quemada.
Para dispersar a los manifestantes, los agentes de seguridad lanzaron bombas de gas lacrimógeno desde el Palacio de Gobierno.
Poco después, los policías del lugar lograron establecer un cerco de protección para evitar más destrozos.
Un contingente de manifestantes permaneció en los alrededores poco antes del anochecer. Los policías trataron de desalojarlos, pero algunos jóvenes arremetieron contra los agentes, uno de los cuales fue rociado con un solvente e incendiado.
Por la noche, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, informó que por estos hechos 27 personas fueron detenidas, 25 hombres y dos mujeres, entre los cuales hay seis menores de edad.
El 4 de mayo, Giovanni López, un hombre de 30 años que trabajaba como albañil, fue detenido por elementos de la policía municipal de Ixtlahuacán de los Membrillos, en el estado mexicano de Jalisco. Un vídeo difundido en redes sociales capturó parte de su detención, donde se escuchan los reclamos de los testigos de los hechos por el uso excesivo de la fuerza por parte de los policías. Las imágenes son las últimas donde se pudo observar a Giovanni López con vida. Horas después, su cuerpo sin vida y varias leciones fue entregado a sus familiares.