"Estoy tomando medidas presidenciales inmediatas para detener la violencia y restaurar la seguridad en los Estados Unidos", dijo Trump y añadió que está "utilizando todos los recursos federales, civiles y militares disponibles para detener disturbios y saqueos. Para poner fin a la destrucción y los incendios provocados. Y para proteger los derechos de los estadounidenses relevantes de la ley".
Además, el mandatario señaló que si los gobernadores de Estados Unidos están tomando las medidas necesarias para poner fin a los disturbios, desplegará al ejército de los Estados Unidos para "resolver rápidamente el problema para ellos".
El presidente agregó que está enviando a miles de soldados, personal militar y agentes de la ley "armados libremente" para detener los disturbios y el saqueo en Washington, DC.
"Estos no son actos de protesta pacífica, son actos de terror interno: la destrucción de vidas inocentes y el derramamiento de sangre inocente es un delito para la humanidad y un crimen contra Dios", dijo Trump a periodistas.
El presidente agregó que el caos es obra de agitadores y provocadores profesionales, anarquistas y el movimiento de extrema izquierda Antifa, entre otros, y los notificó, prometiendo hacer cumplir la ley y el orden.