A pesar de que el "aislamiento social, preventivo y obligatorio" que rige en Argentina continuará vigente al menos hasta el 7 de junio, hay quienes comienzan a desafiar las disposiciones sanitarias del Gobierno. Una de las muestras más insólitas fue el casamiento clandestino con 150 personas organizado entre dos familias judías ortodoxas de Buenos Aires.
A pesar de la reserva con la que se planificó la boda, las imágenes del festejo no tardaron en viralizarse y escandalizar a los argentinos y a su propia comunidad judía, que repudió lo sucedido a través de un comunicado de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA). Los vídeos que se difundieron muestran que la mayoría de los participantes se encontraban sin barbijo y sin mantener la distancia social recomendada para evitar contagios con COVID-19.
Si bien los participantes del casamiento lograron eludir a las autoridades antes de la ceremonia, no lo lograron al regresar. La difusión de las imágenes permitió que la Policía de la Ciudad de Buenos Aires diera con varios participantes y llevara detenidas a ocho personas, entre las que se encuentra la pareja que contrajo matrimonio y sus padres.
A pesar del escándalo, otro casamiento entre personas de la comunidad judía ortodoxa se realizó el lunes 25, también violando la cuarentena obligatoria y con más de 100 invitados. También tuvo lugar en un edificio, aunque esta vez en el barrio Almagro. A diferencia del primer casamiento, esta vez la Policía llegó al lugar en medio de la ceremonia, alertada por las denuncias de vecinos molestos por la música.
En este caso también fueron detenidas ocho personas: la pareja, el rabino y cinco testigos. Los detenidos por el caso podrían enfrentar entre seis meses y dos años de prisión de acuerdo a lo dispuesto por el artículo 205 del Código Penal argentino, que castiga a quienes violen "las medidas adoptadas por las autoridades competentes para impedir la introducción o propagación de una epidemia".