"Estoy trabajando sobre un índice alternativo al PIB, voy a presentar un nuevo parámetro que va a medir crecimiento, pero también bienestar, también grados de desigualdad social", dijo el mandatario en conferencia de prensa en Palacio Nacional.
El jefe del Ejecutivo agregó que "otro ingrediente en este nuevo paradigma será la felicidad del pueblo".
El jefe de Estado propone remplazar la medición de las economías, basada en el crecimiento o contracción del PIB, en un momento en el que todas las economías del mundo sufrirán grandes caídas, por la paralización de actividades en el marco de la pandemia de COVID-19.
"Voy a hacer el planteamiento del problema, como se dice en los modelos de investigación, voy a plantear una hipótesis para desarrollar algo nuevo, pensando en el regreso a la 'nueva normalidad' [tras la pandemia], porque no podemos seguir midiendo de la misma manera", anticipó el gobernante.
La secretaría de Hacienda federal del Gobierno prevé que este año 2020 el PIB de la economía mexicana se contraerá un 3,9%, el Fondo Monetario Internacional calcula un 6,6% menos, y el Bank of America una contracción de 8%.
Contra la acumulación
López Obrador cuestionó que durante 36 años, lapso que califica como "el periodo neoliberal", los gobiernos promovieron un modelo de crecimiento que permitió la acumulación y concentración de riquezas en pocas manos.
"No se trata nada más de acumular riqueza y menos si se trata de acumular riqueza en pocas manos, es importante la distribución del ingreso y la riqueza, es un aporte que vamos a hacer", argumentó.
Agregó que cuando las actividades comiencen de nuevo, tras la pandemia, no se podrá "seguir midiendo de la misma manera".
En ese texto, de 30 páginas, presentó una gráfica del índice de Gini, utilizado en la medición de la desigualdad y la concentración de ingresos, para argumentar que en tres décadas se incrementó la brecha de ingresos en México.
El método, desarrollado por el matemático italiano Corrado Gini a principios del siglo XX, utiliza dos variables: el cero (0,0) indica la máxima igualdad salarial, y el uno (1,0) representa la máxima desigualdad, cuando un solo individuo posee todos los ingresos.
Pero la gráfica incluida en el ensayo es un curva descendente del "Coeficiente de Gini": era casi 0,55 en 1989, cuando comenzó el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), a quien el actual mandatario califica de neoliberal y "padre de la desigualdad", y baja a casi 0,45 en 2018.
En otras palabras, la gráfica muestra un reducción de la desigualdad, y no un ascenso, durante la administración de Salinas de Gortari.
"En el periodo de Salinas, en un año se entregaron todos los bancos a particulares", recordó.
Sin embargo, evitó mencionar al multimillonario más grande de este país, Carlos Slim, que adquirió en aquellos años la compañía telefónica estatal Telmex y sigue siendo contratista del Gobierno en el megaproyecto del Tren Maya, en la península de Yucatán.
Agregó que hay otros países "donde se mide el nivel de felicidad" como parte del bienestar.
"No les va gustar a los tecnócratas, pero ya ven, que si no les gusta a ellos a lo mejor es bueno para nosotros" comentó.
Finalmente, el presidente dijo que el nuevo indicador debe medir el desarrollo democrático.
"Hay que añadirle al crecimiento la democracia, porque si se crece con una dictadura y se sacrifica la libertad, eso no (…), debe haber crecimiento con honestidad, con austeridad, con bienestar, con cultura y con felicidad", puntualizó.
Un indicador de la felicidad se utiliza en Bután y Nueva Zelanda, Y en Venezuela existe un Ministerio de la Felicidad, mientras que en Ecuador fue creado el Ministerio del Buen Vivir.