Entre los militares se encuentran “dos generales en retiro, cinco coroneles, tres mayores, un teniente y dos suboficiales adscritos a la Jefatura del Estado Mayor Operaciones, el Comando de Apoyo Combate Inteligencia Militar, Comando Brigada 1 de Inteligencia Militar y los batallones de Ciberinteligencia, Inteligencia Militar Estratégico 4 y de Contrainteligencia de Seguridad de la Información”, indicó la Procuraduría en un comunicado.
Según el organismo, desde el 9 de enero de 2020 el despacho del procurador general, Fernando Carrillo, ordenó el inicio de una indagación disciplinaria “para esclarecer los hechos y actividades presuntamente irregulares que se estarían desplegando desde unidades de inteligencia militar, en las que al parecer eran utilizados equipos tecnológicos para elaborar perfilamientos e interceptaciones”.
El pasado 2 de mayo la revista colombiana Semana expuso una trama de espionaje contra periodistas, corresponsales extranjeros, políticos y líderes sociales realizada por unidades del Ejército entre febrero y diciembre de 2019.
Durante ese tiempo los militares hicieron seguimiento y elaboraron carpetas de 130 personas con el apoyo logístico y económico de una agencia de inteligencia de Estados Unidos, cuyos recursos, destinados para la lucha contra el narcotráfico, fueron desviados para hacer seguimiento incluso a periodistas estadounidenses.
Las carpetas contienen números de teléfono, direcciones de residencia y trabajo, correos electrónicos, amigos, familiares, hijos, colegas y hasta infracciones de tráfico, indicó Semana.