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El enigma sobre la muerte del periodista Sebastián Moro en Bolivia

LONDRES (Sputnik) — Penélope Moro busca la verdad y reclama justicia por la muerte de su hermano, Sebastián, el corresponsal argentino que denunció el golpe de Estado contra Evo Morales entre la violencia poselectoral de 2019.
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Este sábado, 16 de mayo, se cumplen seis meses del deceso de Sebastián Moro en una clínica de La Paz. Había llegado allí seis días antes, seminconsciente y con el cuerpo magullado, y cayó en un estado de coma del que nunca despertó, según rememora Penélope, quien siguió los pasos profesionales de su hermano y trabaja en la emisora de Mendoza de la Radio Nacional argentina.

El parte médico registra "accidente cerebro vascular" (ACV) y "politraumatismo", pero la familia lucha por probar que el reportero de medios del ámbito de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb) y corresponsal del diario argentino Página/12 fue apaleado y torturado hasta causarle la muerte.

"Los médicos forenses consideran que Sebastián sufrió una golpiza antes del ACV y que se trata de una muerte extremadamente dudosa", explica su hermana en conversación telefónica con Sputnik.

Marcas de tortura

Penélope viajó con urgencia a La Paz y llegó a ver "los golpes, las marcas en diferentes partes de su cuerpo, en el rostro, los brazos…". "Pregunté en la clínica, con muchísima ingenuidad, si esos golpes tienen relación con el ACV y algunos médicos me explicaron que eran producto de una agresión, uno directamente me dijo que era tortura y otro que 'eso Dios lo sabrá'", narra.

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Sacó fotografías de las magulladuras que ahora se incluyen con las evidencias de denuncias interpuestas ante diversas instancias. Por lo pronto, la Relatoría para la Libertad de Expresión, de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), recoge en su último informe la convicción de la familia de que existe "la posibilidad de que haya sido asesinado por su trabajo periodístico".

"El asesinato de periodistas constituye la forma más extrema de censura y los Estados tienen la obligación positiva de identificar y sancionar a los autores de estos crímenes… es fundamental que el Estado investigue de forma completa, efectiva e imparcial los asesinatos de periodistas", agrega el relator de la CIDH, Edison Lanza.

Pero la investigación tropieza día tras día con la represión del Gobierno de facto de Jeanine Añez, la obstrucción de la clínica de La Paz y el miedo de abogados bolivianos a asumir el caso, según denuncia la periodista argentina.

"En Bolivia, la dictadura está cada vez más consolidada y es imposible avanzar en la investigación… no hay nadie que se haga cargo de todos los delitos que se han cometido desde el golpe de Estado en adelante", protesta.

Muerte anunciada

El propio Sebastián dibujó el tenso ambiente del país andino en su última crónica para Página/12, redactada el sábado 9 bajo el titular Un golpe de estado en marcha en Bolivia. "Apenas tres semanas han transcurrido desde la victoria electoral del MAS, pero el gobierno tambalea, la democracia cruje y solo sobra la incertidumbre", escribió.

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El autor, que hubiera cumplido 41 años el 14 de mayo, reporta en su nota los "actos vandálicos y agresiones", secuestros e intentos de linchamiento de periodistas y militantes del Movimiento del ahora expresidente Evo Morales.

"Nosotras estuvimos en comunicación con Sebastián ese día", dice Penélope arropando en la memoria a su hermana y su madre. La llamada definitiva se hizo al anochecer. "Nos dice, chicas, acabo de enviar la última nota y voy a salir a caminar, el barrio es tranquilo, y mañana me espera un día complicado", agrega, como si aún escuchara su voz.

Horas después, ante el persistente silencio de Sebastián, pidieron ayuda a un colega. "Fue encontrado en su casa, recostado en su cama, vestido. La puerta estaba abierta dos centímetros y había dos sillas tiradas", señala Penélope. Nunca recuperaron la "chamarra identificatoria como periodista de la Csutcb, el grabador y una libreta de anotaciones". Estos desaparecidos objetos son indicios del posible intento de homicidio del joven argentino, que se había especializado en procesos de lesa humanidad y dictaduras latinoamericanas.

Apoyo de Evo Morales

El expresidente boliviano se solidarizó con la causa en un encuentro con la familia en Mendoza. "Nos ofreció ayuda jurídica y la seguimos esperando. Deseamos que no sean solo pronunciamientos y palabras de consuelo", clama Penélope.

El enigma sobre la muerte del periodista Sebastián Moro en Bolivia

La pandemia del coronavirus ha impuesto una pausa en la campaña y el confinamiento ha hecho mella a nivel personal. "En un primer momento yo estaba fortalecida y seguía el mandato de la lucha, de salir fuera y mantenerme en situación de alarma. La pandemia me ha obligado a la reclusión y ahora es cuando estoy empezando el duelo. Mi familia también. El duelo se hace en silencio y la lucha implica gritar. Y como estamos encerradas, hemos podido hacer silencio y caer en el duelo", comenta.

Aprovecharán la calma para diseñar las siguientes etapas de la cruzada. "La esperanza está puesta en la recuperación de la democracia en Bolivia", explica ilusionada. Anhela democracia para Bolivia en las elecciones aún pendientes, de forma que "se investigue cada uno de los crímenes y las violaciones de los derechos humanos". Entonces agrega esperanzada: "Creemos que Sebastián, por ser la primera víctima, va a ser una pieza clave".

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