"¡Inmoral! EEUU rompe récord de cinismo y pasa del silencio a la injuria, al incluir a Cuba en lista espuria. Acusa a la nación víctima, de no cooperar contra [el] terrorismo. EEUU miente y ofende porque no puede responder con la verdad sin acusarse a sí mismo", escribió Díaz-Canel en su cuenta de Twitter.
El pasado 13 de mayo, el Departamento de Estado de EEUU incluyó a Cuba, junto a Irán, Corea del Norte, Siria y Venezuela, en la lista de países que no colaboran con la lucha antiterrorista.
La decisión de la Casa Blanca se ampara bajo la Sección 40-A de la Ley de Control de Exportación de Armas como "no cooperantes completamente" con los esfuerzos antiterroristas de Washington.
Según una nota publicada el miércoles 13 de mayo en el periódico local Granma, citada por el mandatario en su mensaje, Cuba fue incluida en la lista con el argumento de que miembros del grupo guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia, que viajaron en 2017 para llevar a cabo conversaciones de paz, permanecen en La Habana.
Los miembros de este grupo colombiano permanecieron en la isla en 2019 y La Habana se negó a extraditar a 10 integrantes de esa organización guerrillera, luego que la misma se adjudicara el atentado con coche bomba en la Escuela General Santander de Cadetes de Bogotá, que dejó 22 personas fallecidas y más de 60 heridas.
El Gobierno de Cuba —precisa la nota— ha denunciado "la larga historia de actos de terrorismo cometidos por Estados Unidos" contra la isla, horas después de que Washington decidiera incluir al pequeño territorio caribeño dentro de un listado de países que supuestamente no cooperan contra el terrorismo.
EEUU regresa a Cuba a la lista de países que "no cooperan" en la lucha contra el terrorismo en momentos en que La Habana está estableciendo un enérgico reclamo por el asalto a mano armada de su Embajada en Washington, ocurrido el pasado 30 de abril, y denunciando el "silencio cómplice" del Gobierno de Donald Trump con este hecho violento.
Durante 33 años, desde 1982 hasta 2015, Cuba permaneció incluida en la lista del Departamento de Estado, un argumento empleado por Washington para recrudecer el bloqueo económico, comercial y financiero contra La Habana, y mantener sanciones políticas contra el Gobierno de la isla.