"Esta situación estaba destinada a secuestrar y atentar contra el presidente Nicolás Maduro", explicó el alto cargo.
El mercenario en cuestión es Airam Berry, un exoficial de las Fuerzas de Operaciones Especiales de EEUU, detenido el pasado 4 de mayo en las costas de Aragua, en el pueblo de Chuao, una zona conectada a través de las montañas con la capital del país. El estadounidense de 41 años fue uno de los ocho mercenarios detenidos tras un enfrentamiento con efectivos de seguridad del Estado venezolano.
Berry declaró conocer a Jordan Goudreau, el cabecilla de la fallida incursión del 3 de mayo. Según el mercenario, Goudreau le propuso ir a Venezuela parar actuar como entrenador militar en las acciones armadas en el marco de la Operación Gedeón.
Berry detalló que la misión designada a su grupo, cuando lograran llegar a Caracas, era tomar el aeropuerto tan pronto como fuera posible y, desde ahí, traer a otros aviones. Uno de los objetivos del bando era asesinar al presidente del país, Nicolás Maduro.
La investigación y los testimonios de los detenidos ha permitido comprobar la participación de los Gobiernos de Colombia y Estados Unidos en este frustrado ataque, sostuvo Rodríguez.
Además, afirmó que el congreso de EEUU abrió una investigación por la participación del presidente de ese país, Donald Trump, en la incursión marítima.
De igual forma, destacó la vinculación del diputado opositor Juan Guaidó en estos hechos.