"Queda autorizada la prórroga del estado de alarma", proclamó la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, tras una votación que se resolvió con 178 votos a favor, 97 abstenciones y 75 noes, lo que evidencia la pérdida de apoyos parlamentarios a la gestión de la pandemia.
Según las estadísticas oficiales España acumula más de 25.000 fallecidos por coronavirus, con un total de 220.00 personas diagnosticadas hasta la fecha, de las cuales 126.000 superaron la enfermedad.
Casi dos meses después, pese a la enorme factura que deja el COVID-19, el confinamiento consiguió frenar notablemente las cifras de nuevos contagios, lo que llevó al Gobierno a anunciar un plan de desescalada del confinamiento con el horizonte de alcanzar una "nueva normalidad" a finales de junio.
Sin embargo, en esta ocasión Sánchez no consiguió que el conservador Partido Popular —la primera fuerza de la oposición— apoyara la ampliación del estado de alarma, lo que puso en jaque su aprobación.
"España no puede seguir viviendo en la excepción constitucional ilimitadamente", afirmó el líder del Partido Popular, Pablo Casado, que incluso acuso a Sánchez de imponer una "dictadura constitucional".
Además, Casado acusó a Sánchez de chantajear a los españoles al vincular la concesión de prestaciones sociales al estado de alarma y le reprochó no haber contado más con las administraciones regionales —algunas de ellas como Madrid y Andalucía en manos de su partido— durante en la gestión de la crisis.
Del mismo modo, el líder conservador lamentó que el presidente del Gobierno "sigue sin reconocer un solo error" pese a que España es uno de los países más afectados del mundo. Por todo ello, el Partido Popular decidió abstenerse, dejando la votación en el aire.
Pese a todo, el Gobierno consiguió salvar los muebles gracias a acuerdos conseguidos entre la noche del 5 de mayo y la mañana de este 6 de mayo para recabar el voto favorable del Partido Nacionalista Vasco y de los liberales de Ciudadanos, garantizando la viabilidad de la votación in extremis.
Sin embargo, incluso los partidos que votaron a favor advirtieron que en el futuro serán necesarias otras fórmulas para gestionar la crisis, lo que apunta a que esta cuarta prórroga puede ser la última, aunque el jefe del Ejecutivo no descarta por el momento ningún escenario y se limita a decir que actuará en función de lo que requieran las circunstancias.
Debate de la prórroga
El Gobierno español solicitó ante el Congreso de los Diputados la cuarta prórroga del estado de alarma.
"Levantar el estado de alarma ahora sería un error absoluto", dijo el mandatario español al iniciar su intervención en esta sesión donde se decidirá la posible extensión del estado de alarma hasta el próximo 24 de mayo.
El presidente también informó que cuando todo el país esté en normalidad se decretará un luto oficial y se realizará un homenaje a las víctimas.
Sobre la extensión del estado de alarma hizo un llamado a perseverar un poco más para garantizar la salud pública y la vida de todos los ciudadanos del país.
"Necesitamos limitar aún más la propagación del virus, y para ello necesitamos limitar dos semanas más los derechos fundamentales de la libre circulación y de reunión".
También aseguró que en la etapa de desescalada las Comunidades Autónomas tendrán un papel protagonista porque se ha establecido un mecanismo de cogobernanza.
"No queremos fórmulas fáciles que suponen endeudarnos de forma perversa y engañosa como ya sucedió en el pasado. Hemos optado por un camino más arduo que es el de reclamar esa respuesta europea que sea consecuente con la gravedad de la situación. Ya saben, que los resultados aún insuficientes, van en la dirección correcta. Europa se compromete a esa reconstrucción, recuperación de forma solidaria, generosa, trabajamos unidos. Europa es el principal pilar para la recuperación económica y social de nuestro país y de nuestro continente".
Los representantes de los distintos grupos parlamentarios dispondrán de 15 minutos cada uno para sus intervenciones. El primero ha sido el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, quien dijo que su grupo parlamentario se abstendrá en la votación. A su vez, acusó al presidente Sánchez de mentir sobre las causas, consecuencias del coronavirus y "malversando instrumentos democráticos" para la gestión de la crisis.
El vocero de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, acusó al Gobierno de preferir negociar con Ciudadanos que con su partido, que a inicios de enero permitió con su abstención la investidura del presidente Pedro Sánchez. Aclaró que ERC no vota contra el estado de alarma, sino contra este estado de alarma.
"Hay alternativa a esta prórroga, hay alternativa a la recentralización, militarización y regresión de derechos civiles. Es una irresponsabilidad gestionar esta crisis como si fueran una mayoría parlamentaria. Sin diálogo no hay legislatura", apuntó Rufián durante su intervención.
Ante las críticas de la oposición, Sánchez defendió que "el estado de alarma no es ningún ardid para limitar libertades", añadiendo que "no hay una sola libertad vulnerada, solo limitadas las de circulación y de reunión para impedir el contagio".
"Para comprender el riesgo que aún corremos, pensemos que un solo contagiado desde el extremo oriental de Asia puso en peligro a toda la humanidad en menos de 100 días", recordó Sánchez, antes de añadir que relajarse ahora "sería una irresponsabilidad absoluta que se traduciría en vidas perdidas".
"Levantar antes de tiempo el estado de alarma sería desproteger a los españoles frente al virus. Y no hay propósito político noble que justifique dar ese paso", insistió.