El nuevo producto se oferta en una pequeña botella (350 mililitros) de vidrio con tapa roja, en la que se observa una etiqueta azul con el logo de Santa Teresa muy pequeño y con letras blancas grandes en las que se lee: alcohol antiséptico, nocivo para el consumo humano.
El 23 de marzo, diez días después de que se declarara el estado de alarma en el país ante los primeros casos de COVID-19, la fábrica, situada en la ciudad de La Victoria, estado de Aragua (norte), comenzó con el proyecto para destinar sus toneles de acero y torres de destilación al vapor a la lucha contra COVID-19.
Ante esta situación, en casi todos los países que registran casos de esta enfermedad escasean las mascarillas, los guantes y alcohol, o sus precios se han disparado por la demanda.
Por ello, Bernardo López, gerente de Asuntos Corporativos de la empresa, explicó que decidieron ceder la mayor parte de la producción de sus máquinas de destilería, que funcionan las 24 horas y que solo paran en días de mantenimiento programado, para la elaboración de este producto con fines sanitarios.
"Comenzamos a pensar de qué manera podríamos nosotros en Santa Teresa, con nuestras capacidades, aportar en este momento de dificultad para la humanidad y nos dimos cuenta de que podríamos destinar el 60% de nuestra capacidad productiva a la elaboración de alcohol antiséptico para ayudar a atender la emergencia generada en Venezuela por la propagación global del virus", contó a Sputnik.
Miles de cajas diarias
Diariamente se envasan unas 3.000 cajas de alcohol antiséptico, detalló López, y explicó que parte de la producción es destinada al sector farmacéutico para la elaboración de productos que se distribuyen a la red hospitalaria; la otra es ofrecida al público a través de las redes de farmacias en la referida presentación de 350 mililitros.
"Vi que tenían el alcohol que es de una marca comercial muy conocida y pedí dos frascos; la chica me trajo esa botellita de vidrio y yo le dije: "no, ese no, dame del otro, porque es el que siempre uso", no me inspiró confianza por la presentación, porque parecía una botella de licor", comentó entre risas a Sputnik Carla Bastidas, en la salida de una farmacia de Caracas.
Algunos de los compradores habituales de los productos de Ron Santa Teresa consideran que se trata de un aporte valioso.
"Como comprador de ron me parece una buena iniciativa, ojalá estén cumpliendo con las debidas medidas de desinfección de las botellas (…) también el precio debe mantenerse menor al que se encuentra en algunos lugares, que es impagable; a mí por ser avalado por Santa Teresa me da más confianza que otros extraños que han aparecido", apuntó Michael Girón.
Siempre que sea necesario
¿Por cuánto tiempo Santa Teresa prevé destinar gran parte de su producción a fabricar alcohol antiséptico?
"Por el tiempo que sea necesario", afirma López ante la pregunta de Sputnik.
En los últimos años esta empresa ha hecho visibles algunos programas de apoyo a comunidades cercanas, entre ellos la inserción laboral de algunos jóvenes que estuvieron privados de libertad o con problemas de conducta, y la incorporación a un equipo de rugby que ha ido ganando popularidad en el país, a pesar de que no es un deporte muy conocido en Venezuela.