"El número de ocupados disminuye en 285.600 personas en el primer trimestre de 2020 respecto al trimestre anterior [un –1,43%] y se sitúa en 19.681.300", informó el Instituto Nacional de Estadística (INE), que este 28 de abril publicó los datos de su Encuesta de Población Activa (EPA).
Los datos demuestran que la destrucción de empleo se cebó sobre todo en los trabajadores temporales, ya que los asalariados con un contrato fijo descendieron en 30.700 en el periodo referido, mientras que la caída entre los temporales fue de 255.300 personas.
Por su parte, el paro subió en 121.000 personas durante este primer trimestre, elevando el número total de parados a 3.313.000, un aumento trimestral del 3,79%.
Esto hace que la tasa de paro se sitúe en el 14,41%, lo que supone 6,3 décimas más que en el trimestre anterior (13,8).
Pese a la magnitud de estos datos negativos, el propio INE afirma que sus estadísticas todavía no alcanzan a registrar el alcance del daño por la crisis de COVID-19.
En concreto, en lo referente al aumento del paro, el INE dice que "es probable que muchos trabajadores que hayan perdido su empleo se hayan clasificado como inactivos [su número ha crecido en 257.500 este trimestre] debido a que no han podido cumplir con las condiciones de búsqueda de trabajo que la definición de paro de la EPA determina".
En este apartado, el órgano estadístico español aplica los criterios de la Organización Internacional del Trabajo, que clasifica como parados a las personas sin empleo que están disponibles para trabajar y buscan un puesto de forma activa.
Este mecanismo permite que una compañía cese su actividad (algo muy extendido desde que se activaron las medidas de confinamiento) pero sin despedir a sus trabajadores, que pasan a recibir prestaciones por parte del Estado de hasta el 70% de su salario hasta que la empresa reabra.
En cambio, la suspensión o la reducción de jornada de los trabajadores afectados por un ERTE, junto con la influencia de otros tipos de ausencias al trabajo, sí ha tenido reflejo en las horas efectivas de trabajo realizadas, que han disminuido un 4,25% respecto al cuarto trimestre de 2019.