"En primer lugar están decepcionados los comerciantes. Pero también el mundo del fútbol. Y la Iglesia", comunicó el rotativo.
El decreto prevé que las medidas restrictivas se levantarán de manera gradual, aplazando hasta el 18 de mayo la apertura de las tiendas y hasta el 1 de junio la de los bares y restaurantes.
Según el presidente de la Confederación General Italiana de las empresas (Confcommercio), Carlo Sangalli, "cada día adicional de cierre produce un daño muy grave y pone en riesgo empresas y puestos de trabajo".
La Serie A del fútbol italiano también quedó sorprendida por la decisión del Gobierno de posponer hasta el 18 de mayo el permiso de iniciar el entrenamiento.
La Conferencia Episcopal Italiana consideró como una violación de la libertad de culto la prohibición de asistir a las misas.
Varios ministros del Gobierno también quisieran un relance de las actividades más rápido respecto a lo que prevé el último decreto.
Desde el inicio de la pandemia, en Italia se registraron 197.675 casos de contagio, entre ellos 26.644 fallecidos y 63.928 recuperados.