En declaraciones a los medios este 20 de abril, Bolsonaro dijo que en todos los movimientos hay "infiltrados" y que hay que respetar la libertad de expresión de la gente, agregó que, más allá de eso, todas son "invenciones, intentos de incendiar una nación que aún está dentro de la normalidad".
Este 20 de abril, Bolsonaro aseguró que no dijo nada contra ningún poder y reiteró que la intención era demostrar que los brasileños quieren acabar con las medidas de aislamiento derivadas de la pandemia de COVID-19, causada por el nuevo coronavirus.
"Queremos volver al trabajo, el pueblo quiere eso [los manifestantes] estaban allí saludando al Ejército brasileño, es eso, nada más", dijo el presidente.
Además de minimizar el carácter de la manifestación ultraderechista, Bolsonaro confió en que esta sea la última semana de cuarentena, porque dijo que el pueblo necesita trabajar porque "la heladera está vacía".
Las medidas de confinamiento las están decretando los gobernadores y alcaldes por su cuenta.
"Pido por favor que no se diga eso: Supremo abierto, transparente; Congreso abierto, transparente", afirmó Bolsonaro, moderando su discurso.
Las palabras del líder ultraderechista se producen tras la enorme polémica generada por su participación en el acto donde hubo proclamas golpistas, lo que le valió críticas de prácticamente todo el espectro político.
Según el balance más reciente del Ministerio de Salud, Brasil registra 39.144 casos confirmados de COVID-19 y ya suma 2.484 muertes, por la enfermedad y el país todavía se encuentra en la curva creciente de casos, sumando cada vez más muertes y contagios a medida que pasan los días.