El subsecretario de Prevención de la Salud, Hugo López-Gatell, informó que el primer ensayo consiste en "el uso del antiviral Remdesivir, que según investigaciones preliminares podría combatir la enfermedad", causada por el nuevo coronavirus que surgió en China a fines de 2019.
El segundo ensayo clínico controlado es sobre el medicamento Tocilizumab, un "anticuerpo monoclonal", que bloquea uno de los mecanismos que produce la inflamación del tejido pulmonar.
El tercero se basa en la hidroxicloroquina, un medicamento utilizado para tratar el paludismo y enfermedades reumáticas.
Según el funcionario federal existen "evidencias preliminares de su posible potencial" contra la enfermedad respiratoria COVID-19.
La versión de una cura del COVID-19 con hidroxicloroquina, medicina para enfermos de lupus, un mal que ataca tejido sano por error, fue reforzada por una declaración favorable del presidente de EEUU , Donald Trump, que ha vuelto casi imposible encontrar el fármaco en México.
Un cuarto ensayo, para el cual los investigadores esperan una aprobación, es la cloroquina, en combinación con un antibiótico de amplio uso llamado acitromicina.
Los ensayos cuentan con la colaboración de investigadores de diversas instituciones, como varios institutos nacionales de Salud de EEUU.
Para realizar los ensayos las autoridades sanitarias mexicanas aplicarán estándares internacionales, con el fin de proteger a seres humanos y garantizar la calidad de investigación.
Los ensayos cuentan con la colaboración de investigadores de diversas entidades, como los institutos nacionales de Salud de EEUU.