"El petróleo es un producto geopolítico. Por lo tanto, cualquier acontecimiento significativo que afecte a la industria petrolera puede cambiar su trayectoria", observó el experto.
Si se mantienen las condiciones actuales, el nivel de disminución de los precios se determinará por una serie de factores, incluyendo los indicadores reales de crecimiento de la producción y la demanda real, que, a su vez, dependerá de cómo se desarrolle la situación en torno al coronavirus, señaló Mammádov.
"Es importante recordar que el mercado mundial del petróleo ya ha estado disminuyendo debido a la caída de la demanda por el brote de COVID-19. El fracaso de la OPEP+ en acordar una reducción de la producción, junto con las declaraciones de Rusia y Arabia Saudí de aumentarla, simplemente fortalecieron las premisas ya existentes para nuevas reducciones de precios", evaluó.
Mientras tanto, las acciones de Rusia y Arabia Saudí después de la crisis determinarán el futuro destino de los mercados petroleros a medio plazo, según el analista. ¿Pero quién aguantará más tiempo los bajos precios del crudo?
Ambos países, según Mammádov, tienen reservas sustanciales de riqueza nacional para superar la tormenta.
Los precios del petróleo se desplomaron un 30% el 9 de marzo después de que los países de la OPEP+ fallaran en acordar reducir la extracción de crudo ante el exceso de oferta con el coronavirus de fondo.
El 1 de abril termina la prórroga del acuerdo vigente y, con ella, los compromisos de los países productores. Rusia propuso prolongar el tratado existente; Arabia Saudí, a su vez, pidió que los miembros de la OPEP+ redujesen aún más la producción de petróleo.
Como resultado, los países no llegaron a un acuerdo. Arabia Saudí anunció entonces su intención de aumentar la producción y bajar los precios del petróleo, lo que hizo que las cotizaciones bursátiles cayesen drásticamente.