"Desde la secretaría de Hacienda consideramos acciones enfocadas en cuatro rubros: el primero, es asegurar el presupuesto del sector Salud, que fluya sin trabas", garantizando que el gasto público destinado a la emergencia se ejerza de forma automática, dijo el funcionario federal en conferencia de prensa.
La segunda es determinar "cuánto se necesita en suministros y equipamiento y comenzar a comprar desde ahora".
Por ejemplo, el personal sanitario necesita gorros, tapabocas y batas, que serán adquiridos por las autoridades federales para que la población no deba comprar nada, como anunció la presidencia.
La cuarta medida es la coordinación internacional, con el Grupo de las 20 mayores economías del mundo (G-20), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, "para analizar posibles reacciones coordinadas en política fiscal".
Por ejemplo, se prevé que el Banco Central Europeo baje las tasas de referencia el miércoles 11 de marzo, y la Reserva Federal (Fed, banco central) de EEUU, ya bajó en 0,5% las tasas de referencia, anticipó Herrera.
La coordinación interna es con el sector Salud y los estados para diseñar "el modelaje del impacto esperado en la economía", por el coronavirus.
Tres fenómenos coincidentes
Herrera dijo que que el impacto global se debe a la coincidencia de tres fenómenos distintos.
El primero, es la desaceleración global registrada en 2019; el segundo, es "el corte de las cadenas globales de valor" desde enero pasado, porque los bienes no son producidos en un solo país.
Además, los gobiernos decretan limitaciones al movimiento de población, cerrando escuelas, cines y eventos, lo que impacta en la economía.
El tercer fenómeno es "la caída de los precios del petróleo, ligado al conflicto entre Rusia y Arabia Saudita, además de una disminución del consumo de petróleo para actividades industriales y las aerolíneas", por el coronavirus.
El grupo de la Organización Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y aliados, entre los que destaca Rusia, tuvieron reunión el fin de semana pasado para disminuir la producción de crudo, que terminó sin acuerdo.
"Hubo una propuesta de disminución [de la producción] y no se puedo lograr un acuerdo, Rusia no quiso disminuir ni un solo barril y eso llevó a un conflicto con Arabia Saudita, que anunció que no solo iba a disminuir la oferta sino que la iba a aumentar", abatiendo los precios hasta un 30%.
El precio de la mezcla mexicana cayó a unos 24 dólares por barril, casi 32% menos.
Para detener la caída del peso mexicano, que perdió 3,3% el 9 de marzo, otra medida del Banco de México y la cartera de Hacienda, en el marco de la Comisión de Cambios, que "aumentar las líneas de Coberturas Cambiarias del dólar para futuro, de 20.000 a 30.000 millones de dólares, y se estaban utilizando 5.500 millones de dólares hasta el lunes", detalló.
El 10 de marzo, el peso perdió 0,28%, cotizando alrededor de 20,83, al retroceder seis centavos.
Finalmente, señaló cuatro fortalezas de la economía mexicana: la primera, que en 100% la deuda externa está pactada a tasa fija, y la mayor parte es a largo plazo.
La segunda fortaleza son créditos firmados "para campear cualquier tempestad".
Las dos más relevantes son una línea de crédito flexible por 61.000 millones de dólares pactada con el Fondo Monetario Internacional (desde 2009, que México nunca ha utilizado) y otra con el Tesoro de EEUU por 9.000 millones de dólares.
Las reservas internacionales mexicanas están en 184.000 millones de dólares, que son 10.500 millones de dólares más que hace un año.
La cuarta fortaleza de defensa, son las "coberturas petroleras", que son seguros con bancos internacionales para asegurar los ingresos petroleros a precio fijo.
En 2020 fueron comprados por 1.150 millones de dólares, para garantizar el 18% del presupuesto del Gobierno que procede del petróleo al precio proyectado de 49 dólares por barril.