Las llamas azules de Kawah Ijen son un fenómeno natural que solo se pueden ver en este lugar debido a la combustión de gases sulfúricos. Kawah Ijen es un volcán activo, pero en realidad no hace erupción de lava como se esperaría. En su totalidad, Ijen ha entrado en erupción unas seis veces desde 1796. La más reciente fue en 1993 y la mayoría de las erupciones fueron de pequeñas a moderadas, según datos de la Universidad de Oregón.
Durante el día los mineros trabajan rodeados de vapores tóxicos recogiendo las rocas de la montaña. Transportan cestas repletas a los dos lados de sus brazos para poder luego venderlas a 680 rupias indonesias el kilo, el equivalente a unos seis centavos o cuatro céntimos de euro. En un país donde el ingreso diario promedio es de aproximadamente 15 euros, muchos trabajan durante la noche para complementar sus ingresos.
Algunos investigadores consideran que los turistas se sienten atraídos por estos sitios porque provocan lo que los filósofos han denominado como algo "sublime", una sensación de placer al ver un objeto peligroso pero impresionante, como un acto violento de la naturaleza. Sin lugar a dudas, esa definición concuerda con el volcán azul. El Kawah Ijen es sublime.