Demostrando su enorme calidad vocal y su fuerte conexión con público de la Quinta Vergara la cantante chilena abordó los temas de la contingencia social, en un día que registró un férreo control policíal, incidentes aislados y el cierre del emblemático Hotel O’Higgins
Un esperado show
Tras interpretar parte de su repertorio Mon Laferte confesó al público las dudas que tuvo de participar en el certamen, que ha sido objeto de críticas por realizarse en el contexto de la revuelta social que vive el país suramericano.
Laferte reveló que participar sabiendo que el festival era una fiesta y en Chile se estaban violando los Derechos Humanos la puso en la encrucijada de subir o no al escenario de la Quinta Vergara.
Posteriormente la artista ganadora de un Grammy Latino en 2019 se refirió a sus dichos sobre Carabineros, a quienes responsabilizó de la quema del Metro durante una entrevista a un medio extranjero.
"Carabineros quiso citarme a declarar porque yo había cometido un delito… Yo pensé que era una broma", contó la cantante.
Y agregó: "¿Es un delito expresar una opinión?… Yo he pensado muchas cosas y la gente me daba muchos consejos, la gente buena, y la gente menos buena".
La cantante también reconoció ante el público de la Quinta Vergara que ha sentido miedo: "Mucha gente apareció, y yo decía: 'pero si yo sólo di una entrevista, y dije una cuestión, una expresión como cualquier persona'. He estado muy nerviosa desde entonces, como asustada, pero también me he sentido súper valiente".
La revelaciones de la cantante las realizó mientras preparaba su guitarra para interpretar su próxima canción, momento que fue aprovechado por el público, y alentado por la artista para gritar contra el presidente Sebastián Piñera y la policía chilena.
"El que no salta es paco" y "Piñera concha de su madre, asesino igual que Pinochet”, fueron los cánticos que se corearon a todo pulmón por el público desde las tribunas del recinto viñamarino.
Gritos que han acompañado las manifestaciones los últimos cuatro meses en Chile y que fueron censurados en la trasmisión televisiva del primer día de Festival.
Para Hernández, "el espectáculo de Mon Laferte fue otra reivindicación política a través de su arte, su voz. Y que al igual que (el humorista Stefan) Kramer ayer (el domingo), todos los chilenos están aprovechando este escenario para dar un mensaje".
"Mon Laferte es de esas artistas que siempre da un buen espectáculo en el escenario, pero esta vez no solo hizo eso, además representó todo lo que necesitábamos decir en este festival. Viña no tiene insumos médicos, los cerros están abandonados y tenemos la toma más grande del país. En un momento de turbulencia social, se apropió del escenario más importante para decirlo todo. Igual que ella, yo crecí en un cerro de Viña. Me llena de orgullo verla triunfar y empoderarse", contó a Sputnik Paola Montes, una estudiante de periodismo.
Posteriormente la cantante invitó un grupo de unas 30 mujeres dedicadas a la música, que interpretaron dos cuecas, y donde Laferte destacó el hecho que las mujeres tomaran por un instante el escenario de Viña.
Tras ser ovacionada y recibir con emoción la Gaviota de Plata y de Oro, reiteró que Chile está pasando por un momento difícil y dijo que iba a donar sus Gaviotas para alguna fundación o alguien que las necesitara "Esto no es una ofensa, para nada, gracias por todo”, finalizó.
La previa a Mon Laferte
A pocas horas de comenzar la segunda noche del Festival de Viña del Mar y del show más esperado de la velada, se pudo observar un importante refuerzo del contingente policial, tanto de la policía civil (PDI) como de carabineros en las inmediaciones de la Quinta Vergara y en el centro de Viña.
Presencia policial que no evitó que nuevamente se produjeran pequeños enfrentamientos en las afueras de Hotel O'Higgins. Las escaramuzas se registraron tras un nuevo llamado a manifestarse en la Plaza Vergara a partir de las 17.00 horas.
"Yo vine ayer a la Plaza, lo haré hoy y todos los días de la semana para demostrarle al intendente y a la alcaldesa que no pueden estar gastando dinero a destajo para este festival, cuando las necesidades en Viña son otras", señala a Sputnik Moisés Gajardo, vecino del cerro Achupallas.
Las manifestaciones fueron dispersadas rápidamente y arrojaron un mayor número de detenidos que el día anterior.
"Los pacos se dedicaron a detener personas, a dispersar, detener y no dejar que nos juntáramos. No importaba si estaban tirándole piedras o con un cartel, era que la gente no se reuniera, lo que me parece absolutamente ilegal, porque tenemos derechos a reunirnos", relata Jenny Machuca en conversación con Sputnik.
Un ícono del Festival
La convocatoria a protestar en la Plaza Vergara, ubicada frente al Hotel O'Higgins, es permanente durante todos los días que dure el Festival de Viña, razón suficiente para que el gerente del hotel, José Antonio Dávalos, comunicara la suspensión de su funcionamiento en forma indefinida. "Los hechos pusieron en riesgo la vida y la integridad de nuestro personal y de nuestros clientes, hechos que no tenemos ninguna seguridad no vuelvan a ocurrir", explicó.
El Hotel O’Higgins es un ícono del festival, tras alojar por años a los artistas del certamen. También es el centro de operaciones de los medios de comunicación que trabajan en la cobertura del evento viñamarino, además de ser alojamiento para varios de los profesionales que trabajan en el mismo festival.
Por ello su cierre evidencia el momento de crisis social que vive Chile y del que el escenario de la Quinta Vergara se ha vuelto protagonista.