A solo horas de iniciarse el Festival las autoridades entregaron las últimas medidas en el plan de contingencia implementado en la llamada Ciudad Jardín, el establecimiento de anillos de seguridad en los perímetros alrededor del espectáculo, además de un mayor contingente policial para controlar y solicitar el carnet de identidad a todos los que ingresen a dichos perímetros.
"Serán dos anillos externos. Uno es el tradicional, en el costado externo de la Quinta Vergara. Y un segundo anillo se encuentra limitado por el par vial: Viana Álvarez, en la calle Etchevers hasta la calle Quillota, en ambos extremos y hacia el estero, hasta la calle Valparaíso”, señaló a la prensa el Intendente de Valparaíso Jorge Martínez.
Más de ocho cuadras serán las que se cerrarán, tres de ellas arterias importantes tanto para el traslado como en el desarrollo de actividades comerciales y laborales.
El intendente también informó que durante la semana que termina se hizo un control en los alrededores de la Quinta Vergara, donde la Policía se apostará durante el trascurso del Festival, "para evitar que personas se pasen a través de los bosques que colindan con el lugar".
Por primera vez se iluminará el cerro colindante de la Quinta Vergara, reforzando el trabajo policial que intenta evitar el ingreso de gente sin entrada al sector de la galería.
Estas últimas disposiciones se suman a varias anunciadas como la inédita implementación de detectores de metales en los accesos al evento musical, lo que incluye el ingreso para los artistas, técnicos y prensa acreditada.
Control o censura
Otra medida muy controvertida fue la prohibición de ingresar pancartas con mensajes propios que eran muy tradicionales en el certamen, puesto que el llamado "monstruo de la quinta" (así se llama al público que aprueba o desaprueba a los cantantes), se ha expresado históricamente con carteles de saludos hacia los artistas, la familia, sus ciudades de origen o simplemente una frase divertida para hacer reír a los televidentes.
La organización también anunció que se aumentará el número de cámaras y de guardias de seguridad en el interior del recinto para evitar cualquier desorden fuera de libreto. Pero el libreto ya ha sido modificado por la realidad: el violento estallido social que agita al país desde octubre del año pasado.
"Este año ha sido bastante distinto a los festivales anteriores: no ha habido matinales en las playas, no hubo gala, no hubo parafernalia en el centro, sin noteros [periodistas haciendo despachos en vivo] de los canales", señala en conversación con Sputnik, Juan Silva, miembro organizador del Antifestival de los cerros.
De la Alfombra Negra al Antifestival
Todas las medidas de seguridad implementadas por la autoridad contrastan con las actividades paralelas y de desagravio que los viñamarinos y porteños han realizado en los días previos al inicio del Festival de Viña.
"Llama la atención que tengan que poner tanta seguridad en el centro de Viña y aquí donde vivimos los que protestamos no tengamos que tener ningún resguardo, porque no lo necesitamos. Aquí donde se supone es peligroso, hacemos nuestro propios festivales y vienen muchos vecinos con niños y nosotros nos cuidamos, no queremos ni requerimos de la Policía que nos diga por donde andar y a qué hora", confiesa Patricia Rojas, vecina del cerro Miraflores.
Este viernes 21 de febrero se realizó la 'Alfombra Negra' en el cerro Cordillera, parodia a la Alfombra Roja del Festival de Viña, evento glamoroso que cada año presentaba a los artistas invitados y personajes de la televisión chilena, y que este 2020 no se hizo en señal de austeridad, según declaró la organización del festival internacional.
La actividad contracultural contó con la presencia del famoso perro Negro Matapacos que viajó desde Santiago para participar en las distintas iniciativas organizadas en la quinta región.
"Me encanta que hayan traído al Matapacos, porque es un perro callejero y luchador como muchos de los que estamos aquí, y que es además muy cercano a los niños, los que no dejan de sacarse fotos con él", señala con alegría Pedro Concha, vecino del Cerro Cordillera.
El famoso can fue uno de los que desfilaron en la alfombra alternativa junto al grupo de bailarinas 'Baila, Capucha, Baila' y a la 'Primera Línea porteña', jugando con la ironía y la complicidad del público presente.
Esta fiesta popular también contó con la presentación de varias bandas musicales y con un insólito partido de fútbol entre los miembros de 'Capucha Fútbol Club', y que tuvo como espectador principal el centro del campo al perro más famoso de las protestas chilenas.
En la tarde del mismo viernes 21, en la Plaza de la Dignidad de Viña del Mar (ex Plaza Sucre), la Unidad Social realizó el Festival por la Dignidad, actividad musical que se enmarcó en las movilizaciones sociales que desde octubre ha llevado a cabo la ciudadanía organizada de la ciudad jardín, y que hoy se hace en el contexto del Festival Internacional de la Canción.
"Este festival es una crítica directa a la realización del Festival de Viña, porque de verdad creo que es una falta de respeto a la comunidad, es un enorme gasto económico, que además conlleva un enorme despliegue represivo y que busca desviar la atención de las personas mediante la frivolidad a problemáticas sociales que siguen sin resolverse", explica indignada Josefina Arriza, participante del evento.
La Revuelta tiene festival
Con un pasacalles que finalizó en la cancha del Cerro Miraflores, en Viña del Mar, se dio inicio al Primer Anti Festival de los Cerros, una iniciativa autogestionada y vecinal que busca elevar la cultura popular y denunciar la realidad de Viña, y que se realizó el sábado 22 a solo un día de iniciarse el certamen internacional.
"Este Anti Festival parte desde la revuelta porque somos vecinos auto convocados de Miraflores principalmente y estamos en contra de todo el tema del Festival de Viña y de Virginia Reginato, la alcaldesa. Este es un trabajo territorial de organizaciones que se viene haciendo hace mucho tiempo en los distintos cerros de Viña, distintas agrupaciones que tenemos este lema inconformes a lo que está impuesto", relata Luna, joven vocera del Anti festival.
Para Mau, otra de las voceras, "lo que se quiere es mostrar un poco la realidad de las tomas de terreno, tomando en cuenta que Viña es una de la ciudades que tiene más tomas de terreno en Chile. Es dejar de lado la postal, de los lujos que se muestran en esta fecha, sobre todo en febrero. Esa postal del reloj de flores, los grandes hoteles, y mostrar que los cerros estamos aquí presentes, que no tenemos que ser segregados, por parte del municipio, la televisión y la prensa.
Un carnaval con los héroes
En la tarde del sábado cientos de personas participaron en el Carnaval Antifestival, otra actividad en el marco de las actividades paralelas y críticas a la realización del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar.
"Siempre participo en las marchas por todo lo que significa, porque lo que el pueblo exige de las pensiones, la educación, de los sueldos. Y el Gobierno solo da dinero para las armas, y además hacer este festival es una burla", relata molesta Paloma, una madre que participa en del carnaval.
La marcha contó con la participación de dos carros alegóricos, uno de los Advengers de la revuelta y del infaltable Negro Matapacos y fuela antesala de las marchas convocadas desde varios cerros para llegar a la Plaza de la Dignidad de Viña, que está dentro del perímetro de seguridad desplegado, para este domingo 23 jornada inicial del Festival.
"Ellos creen que todo está tranquilo, porque a pesar de la seguridad que han puesto, yo creo va a quedar la embarrada. La gente va a manifestarse igual porque en la galería hay gente que prefiere un hospital cerca, que se invierta en una plaza, en juegos, que mejoren sus condiciones de vida, y lo va a decir", concluye María Juanita partícipe de la marcha, que finalizó con enfrentamientos con la Policía.