"Vemos las causas del deterioro actual en el incumplimiento por Turquía de sus obligaciones del memorando de Sochi del 17 de septiembre de 2018 y en el traslado por Ankara de unidades controladas de la llamada oposición armada moderada hacia el noreste de Siria a la zona de la operación [turca] Fuente de Paz y a Libia", dijo durante una rueda de prensa en Moscú.
Zajárova subrayó que Rusia mantiene su apego a los acuerdos alcanzados previamente y espera continuar el trabajo conjunto.
Además, María Zajárova declaró que militares rusos no atacan a la población civil en la zona de distensión de Idlib en Siria.
Previamente, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, declaró que Siria y Rusia están atacando principalmente a civiles y no a terroristas en Idlib para ocupar esta región y obligar a los residentes a trasladarse a las fronteras turcas.
"Rechazamos estas acusaciones", dijo Zajárova al comentar las declaraciones del mandatario turco.
"Las actividades de los militares rusos, y sobre todo del Centro Ruso para la Reconciliación de las partes en conflicto en la zona de distensión de Idlib, se realizan únicamente a partir de los acuerdos de Sochi", subrayó el ministerio.
Agregó que próximamente Rusia puede mantener consultas con los colegas turcos para abordar todas las discrepancias existentes.
La zona desmilitarizada de Idlib, creada en 2018 a través de un memorándum entre Moscú y Ankara, vive una escalada de tensión desde principios de febrero, provocada por un intercambio de ataques entre los militares turcos y sirios.
No obstante, Siria no ha informado de militares muertos por su parte.
El líder turco, Recep Tayyip Erdogan, le dio a Damasco un ultimátum para que cesara su operación en Idlib y retirara sus tropas de los puestos de observación turcos antes de finales de febrero, amenazando en caso contrario con una respuesta militar.
Damasco, a su vez, rechaza la presencia turca, que considera una "agresión" contra la soberanía del país árabe.