"El Atlántico es un espacio de batalla que no se puede ignorar, nuestra nueva realidad es que cuando nuestros marineros zarpan pueden esperar estar operando en un espacio disputado una vez que abandonen Norfolk (este)", afirmó Lewis.
El comandante agregó que están "viendo un número cada vez mayor de submarinos rusos desplegados en el Atlántico y estos submarinos son más competentes que nunca, desplegándose por períodos de tiempo más largos y con sistemas de armas más letales".
Lewis señaló que en el Ártico, Rusia había regresado a sus bases de la era soviética, construyendo nuevas instalaciones militares e incluso un rompehielos capaz de manejar "los misiles Calibre de alcance extendido".
"Nuestros barcos ya no pueden esperar operar en el refugio seguro en la costa este o simplemente cruzar el Atlántico sin obstáculos para operar en otra ubicación", dijo Lewis.
La Segunda Flota, responsable de la Costa Este y el Océano Atlántico Norte, fue desactivada en 2011 bajo el supuesto de que las amenazas militares en la región disminuyeron después del final de la Guerra Fría.
A medida que las tensiones con Rusia resurgieron, se reactivó a la Segunda Flota en 2018 con su sede en Norfolk, Virginia, y fue declarada completamente operativa.