La gran cantidad de nieve de hasta un metro y medio de espesor y el intenso frío dificultaron considerablemente la tarea de los francotiradores, ya que a lo largo de su trayecto tuvieron que desplazarse corriendo, agachados e incluso arrastrándose por el suelo. Al fin y al cabo, la tarea de los francotiradores no se limita solo a disparar, sino también a moverse por el área de combate, explicó uno de los instructores al portal Krasnaya Zvezda.
Dicha espera puede durar horas. Así que, para no pasar frío en la nieve, los soldados utilizan equipamiento especial que incluye alfombras hechas de poliuretano termoaislante. Además, los francotiradores cuentan con cremas especiales que se aplican para sentir calor al entrar en contacto con la nieve cuando se sientan o se tumban sobre ella.
"Así se entrenan los francotiradores en condiciones meteorológicas siberianas, y por ahora es imposible que estas cambien reduciendo el gasto energético o haciendo que sean más llevaderas. Creo que tampoco es algo que deba hacerse, puesto que un soldado ruso debe superar grandes adversidades durante su entrenamiento", declaró el subcomandante interino de una unidad militar, Denís Pirogov.
"Allí los francotiradores aprenden a ocupar posiciones, a camuflarlas, a abrir fuego de precisión, a cambiar su localización y a utilizar muros y obstáculos para protegerse del fuego de los francotiradores y de los artilleros enemigos", aseveró el militar.
Últimamente los soldados rusos se dedican cada vez más a luchar contra los francotiradores. Ello se debe a los combates periódicos que el Ejército sirio tuvo que librar contra las fuerzas antigubernamentales y contra otras milicias ilegales. Por este motivo han cambiado radicalmente los entrenamientos de los francotiradores rusos y, en particular, se han establecido nuevos ejercicios de tiro.
"La formación de nuestros francotiradores ha sido adaptada de manera que coincida con las condiciones propias de las áreas donde se libran los conflictos armados. Por ejemplo, nuestros francotiradores aprenden a disparar desde posiciones incómodas sin apenas tiempo para apuntar y en plena oscuridad reaccionando a un destello o a un sonido. A un francotirador que ha pasado por este entrenamiento le resulta más fácil actuar en un combate real", concluyó.