Quizás sea mejor no mirar la serie de Netflix que retrata los conflictos en la producción de aguacates si uno no quiere sentirse mal por disfrutar del sabroso 'oro verde'. En la amplia lista de opciones audiovisuales del canal de streaming, se puede ver Rotten, un programa de televisión estadounidense producido por Zero Point Zero que nos muestra los problemas que existen en el proceso de suministro de alimentos.
- El capítulo de la serie Rotten sobre los aguacates se detiene en explicar cuál es la situación de la producción del superalimento en Chile. Allí la guerra es por el agua.
Si se mira a distancia los cerros de la provincia de Petorca, región de Valparaíso (centro), se ven parcelas fértiles y áridas que parecieran haber sido intercaladas al azar. Sin embargo, si se mira de cerca, uno se da cuenta de que allí nada es fortuito: lo verde son plantaciones de paltos y cítricos, y lo marrón, tierras secas. Por ningún lado se ve agua: el agua está en los aguacates, no en los grifos de los habitantes.
Chile tiene un modelo de aguas único en el mundo. En agosto de 1981, durante la dictadura de Augusto Pinochet, se aprobó el Código de Aguas, que en su artículo 5 establece que el recurso es un "bien nacional de uso público", pero que su "derecho de aprovechamiento" es privado.
La normativa se basa en la idea de que el acceso al agua es un bien económico, y como tal, la forma más eficiente de gestionar su asignación es a través del mercado, precios y los derechos de propiedad privada. En otras palabras, los "dueños" del agua serán quienes decidan a quién otorgarla, cómo utilizarla, y quienes gocen de sus réditos.
- El documental también refleja la historia de la producción enCalifornia (Estados Unidos), el primer lugar donde se instaló la idea de plantar aguacates siguiendo el modelo mexicano, el primer productor del mundo.
El 95% de la producción de EEUU se cultiva en California, el 66% se concentra en solo dos condados. Allí el cultivo de aguacates sufrió varias etapas, pero siempre creció.
En menos de una década, los estadounidenses duplicaron el consumo; hoy comen 1,2 millones de kilos de aguacates por año.
En California (donde el precio de la hectárea para plantar aguacates aumentó más del 27% sólo en el correr de 1998), el crecimiento exponencial de la producción también trajo aparejado el crecimiento exponencial de un problema: el del riego. En California cada vez hay menos agua porque cada vez llueve menos.
- En México,el crecimiento de la producción del aguacate desató una guerra: a medida que el negocio se iba haciendo más rentable, más atraía a organizaciones criminales.
En Tancítaro, lugar de origen del cultivo de aguacates en México, el Cartel del Golfo, los Zetas y numerosas facciones delictivas más, comenzaron a cobrar coimas y a pelear por controlar el mercado, a asesinar, extorsionar y secuestrar a civiles. La violencia y corrupción se volvieron moneda corriente. Se estima que en 2009 las bandas criminales robaron al menos 150 millones de dólares del negocio.