Al cabo de algunas semanas de expectativa por definiciones sobre Vaca Muerta, el yacimiento de hidrocarburos no convencionales más importante del país, y del traspié que significó el anuncio y marcha atrás de un aumento de 5 % en el precio de los combustibles, Argentina comienza a esclarecer lo que sucederá con esta industria clave para la recuperación económica.
Además, solicitó a las compañías paciencia y apoyo en la continuidad del congelamiento de precios y prometió que la nueva norma buscará blindar las condiciones de previsibilidad para las inversiones a largo plazo en Vaca Muerta, con incentivos y beneficios para el acceso a las divisas.
Polémica por el rol de Vaca Muerta y de YPF
El 12 de enero se publicó una entrevista en la que Alberto Fernández criticó al Gobierno anterior por la preponderancia sobre Vaca Muerta en detrimento de otros pozos y del rol estratégico de la petrolera de mayoría estatal YPF, que generó polémica entre quienes interpretaron en esto una mayor retirada en las inversiones sobre esta cuenca, que se han visto afectadas por la recesión y el congelamiento de tarifas.
"Argentina en un momento se enamoró de Vaca Muerta, puso todos los incentivos y los esfuerzos allí y desincentivó el resto de la producción convencional. En Argentina hay baja exploración para buscar nuevos yacimientos y muy baja explotación secundaria y terciaria. Lo que creo que hay que hacer [es] incentivar todo", dijo Fernández al reconocido periodista peronista Horacio Verbitsky.
Vaca Muerta representa 40 % del gas y 60 % del petróleo no convencional del país, además de ser la segunda reserva de shale gas del mundo y la cuarta de shale oil, con una extensión de 30.000 kilómetros cuadrados.
Las producción de YPF correspondiente a esta yacimiento es tan solo de 15 % del total a nivel nacional. Desde 2015, la única cuenca que ha crecido en producción fue esta misma, con desplomes significativos en las demás (-37 % en la Austral, -15 % en la del Golfo de San Jorge), donde se extrae principalmente crudo convencional, lo que demuestra las desinversiones y el desinterés que criticaba el presidente.