"Si en la población general tenemos una prevalencia del 6.0%, seis de cada 10 personas tienen depresión, la cifra se eleva al 10 ó 12% entre personas que viven con diabetes", explicó en entrevista con Notimex.
La diabetes se asocia con un riesgo incrementado a la depresión debido a que el déficit de insulina o su malfuncionamiento modifica la síntesis de neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, entre otros, presentes en vías que regulan las emociones, explicó.
En ese sentido, el especialista apuntó que es necesario que las personas con diabetes, así como acuden por ejemplo a revisiones oculares cada año, también acudan con especialistas para que les apliquen cuestionarios de detección de depresión y en caso de resultar positivos iniciar el tratamiento.
Entre otros padecimientos que también están asociados con la depresión están las enfermedades neurológicas como el Parkinson, la epilepsia, la esclerosis múltiple, las neoplasias como el cáncer y en general "todas las enfermedades crónicas que implican tratamientos prolongados o cambios en el estilo de vida".
"[Incluso] pacientes que tienen por ejemplo dolor crónico, molestias psicosomáticas, problemas digestivos o pérdida de peso, muchas van a hospitales y clínicas y después de un diagnóstico con pruebas se concluye que tienen depresión", comentó.
Explicó que hay diferentes grados de depresión: los problemas leves se pueden resolver con psicoterapia que puede ser realizada por un psicólogo o un psiquiatra por igual, pero cuando ya existen ideas suicidas, pérdida de peso importante o cambios en las ideas de tipo delirante o culpa, se requiere una intervención médica de un especialista en psiquiatría.
"Sobre todo las depresiones de gente mayor de 40 ó 50 años donde hay que descartar la presencia de enfermedades, ya que una persona deprimida podría tener diabetes, hipotiroidismo algún otro problema neurológico, por lo que es importante la revisión médica".