"La carta enviada a los empleados de Sputnik Estonia en nombre de la oficina central de Swedbank informa sobre la ruptura de los acuerdos de servicio con ellos y el cierre de sus cuentas", comunicó la redacción.
Señaló que se agregaron sanciones financieras a las amenazas de la Policía estonia de iniciar procedimientos penales contra el personal de la agencia por el desempeño de sus labores profesionales.
A finales de octubre, las sucursales estonias de los grupos bancarios internacionales congelaron las transferencias salariales, pago de impuestos y pago de alquiler de oficina de Sputnik Estonia en Tallin.
Otras instituciones bancarias de Estonia también se negaron a realizar estas operaciones.
A su vez, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, pidió al Consejo Europeo y al Servicio Europeo de Acción Exterior que evalúen adecuadamente las acciones de las autoridades estonias contra la agencia de noticias Sputnik Estonia.
"Tallin ha recurrido reiteradamente a las llamadas 'sanciones de la UE' para justificar una violación grave de derechos de periodistas de la agencia de noticias Sputnik Estonia a realizar sus deberes profesionales", dijo Zajárova a Sputnik.
Subrayó que Rusia no está al tanto de "cualquier restricción unilateral de la Unión Europea que permita obstaculizar sin ceremonias la libertad de expresión".
El grupo mediático Rossiya Segodnya, matriz de Sputnik, informó previamente que los empleados de Sputnik en Estonia recibieron cartas de la Policía y la Guardia de Fronteras del país báltico con amenazas directas de iniciar un proceso penal en su contra si no dejaban de trabajar para el medio antes del 1 de enero de 2020.
Las autoridades estonias justifican su exigencia con las sanciones impuestas por la Unión Europea el 17 de marzo de 2014 contra varias personas y entidades a la luz de los acontecimientos en Ucrania.
El presidente ruso, Vladímir Putin, calificó el acoso a Sputnik Estonia como "una manifestación de cinismo" mientras que en la Cancillería rusa tacharon la situación de una "persecución inaceptable".
La jefa del Senado ruso, Valentina Matvienko, prometió una respuesta "adecuada y severa" si Tallin no cesa en su presión.