El exministro de Economía y exdiputado argentino Axel Kicillof asumió la gobernación de la provincia de Buenos Aires advirtiendo sobre la grave crisis económica en que se encontraba la administración que el 10 de diciembre le entregó la integrante de Cambiemos María Eugenia Vidal.
Esta semana, el Ejecutivo liderado por Kicillof volvió a enviar al Parlamento provincial un proyecto fundamental para su gestión: un proyecto de 'Ley Impositiva' que introducirá modificaciones clave en la forma en que se calculan los principales tributos bonaerenses.
Uno de los puntos más polémicos del nuevo proyecto es la nueva forma de calcular los impuestos inmobiliarios tanto para el sector rural como el urbano, dado que pasará a estar indexado a la inflación, un valor que, según las previsiones, cerrará el 2019 en un 54%.
La ley generó preocupación entre los sectores más acomodados de la provincia, dado que el nuevo sistema de pago por franjas hacía que los inmuebles rurales de mayor valor en la provincia puedan llegar a tener aumentos del 75%.
El jerarca explicó que el nuevo esquema tributario de Kicillof "busca darle progresividad al incremento de los impuestos", por lo que establece aumentos de 15% para los inmuebles de menor valor para luego pasar a franjas de 35%, 50% y 75% a medida que aumenta el valor del inmueble rural.
En contrapartida, la gestión ofrece un descuento del 20% para los contribuyentes que abonen el impuesto en una sola cuota.
En el caso del sector urbano, el proyecto prevé un aumento único del 15%. A través de su cuenta de Twitter, el ministro de Hacienda de la provincia Pablo López dijo que "el 86% de los contribuyentes afrontarán aumentos menores a 3.500 pesos (unos 58 dólares) para todo el año". Según el jerarca, en esta situación se encontrarán 3,8 millones de los 4,5 millones de contribuyentes que deben pagar el impuesto.
"Este proyecto de Ley se suma a las medidas de estímulo planteadas en la Ley de Emergencia, y es una herramienta más que necesitamos para atender las necesidades de los más vulnerables y apuntalar la producción y el trabajo", remarcó el jerarca.
Mientras Kicillof evitó referirse al paquete de medidas, Girard coincidió en que "sin recursos es imposible hacer política: ni política industrial, ni políticas contra el hambre, ni políticas sociales".