El 23 de diciembre, una corte saudí condenó a la pena capital a cinco sospechosos de la muerte de Khashoggi, otros tres recibieron 24 años de cárcel.
La corte calificó el asesinato como no premeditado y no presentó acusaciones contra los asesores del príncipe heredero de la corona, Mohammad bin Salmán bin Abdulaziz al Saud.
"Las sentencias dictadas contra los acusados demostraron la independencia y la integridad del sistema judicial saudí y su aspiración a acatar la ley", dice la declaración del secretario general del CCEAG, Abdellatif Zayani, publicada este miércoles por la agencia noticiosa saudí SPA.
Organizaciones internacionales de defensa de derechos humanos expresaron su disgusto por la investigación del asesinato del periodista y la calificaron como insuficiente.
También las autoridades de Turquía criticaron el desarrollo del proceso y los fallos dictados.
Khashoggi, columnista del periódico The Washington Post conocido por sus críticas a las autoridades saudíes, fue visto con vida por última vez el 2 de octubre de 2018, cuando entró en el consulado de su país en Estambul.
Mientras el consulado insistía en que el periodista había salido de la sede diplomática, el diario estadounidense fue el primero en afirmar, citando a fuentes propias, que en realidad fue torturado, asesinado y descuartizado.
Luego, ante las presiones de la comunidad internacional, Arabia Saudí admitió que Khashoggi falleció en el consulado.
De acuerdo con la investigación de Riad, el periodista fue asesinado por agentes de inteligencia saudí que debían repatriarlo, pero "abusaron de sus poderes".
El cuerpo del periodista por el momento sigue desaparecido.