Los manifestantes planean tomar las calles de Calcuta, Chennai, Pune, Hyderabad, Bombay y otras ciudades en repudio de la normativa que facilita la obtención de la ciudadanía a los inmigrantes irregulares, pero excluye a los musulmanes.
Las autoridades prohibieron las concentraciones en Nueva Delhi y Bangalore, capital del estado de Karnataka y centro de la industria de alta tecnología del país.
La red del metro y las empresas de telefonía móvil suspendieron parcialmente sus servicios en Nueva Delhi donde se esperan nuevas protestas no autorizadas.
La empresa Vodafone confirmó a través de la red social Twitter que "acorde a una directiva recibida del Gobierno, los servicios se suspenden en algunos lugares (Jamia, Saheen Bagh, Bawana, Seelampur, Jaffrabad, Mandi House y parte de la ciudad amurallada) y no podrán utilizarse hasta la 1 p.m" (GMT+5:30).
También el operador de telecomunicaciones Bharti Airtel suspendió las llamadas de voz, SMS y servicios de datos de Internet en varias partes de Nueva Delhi.
"Estamos cumpliendo con las instrucciones recibidas de las autoridades gubernamentales", explicó el servicio de atención al cliente de Airtel en su Twitter.
Por su parte, la empresa Delhi Metro Rail Corporation informó del cierre de varias estaciones para la entrada y la salida de pasajeros. Los trenes pasarán de largo esas estaciones.
La Policía de Tráfico de Delhi también advirtió a través de las redes sociales de retenciones en algunas zonas, a causa de marchas y manifestaciones.
Los detractores de la normativa sostienen que es discriminatoria porque excluye a los musulmanes, a pesar de que representan más del 10% de la población de la India, y podría derivar en deportaciones de millones de adeptos del islam que se instalaron en el país hace tiempo pero no han regularizado su situación.
Además, los habitantes de los estados nororientales de la India temen que millones de bangladesíes puedan establecerse legalmente en su región, lo que podría afectar a la población local.
El 17 de diciebre, más de 10.000 estudiantes de 36 universidades y otros centros educativos de toda la India participaron en manifestaciones pacíficas contra las controvertidas enmiendas.