La pista de 4.000 metros cuadrados se montó en un tiempo récord de 24 horas. El hielo sintético permite ahorrar agua, electricidad y evitar las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.
Según el jugador profesional de hockey sobre hielo Sebastián Alcántara, la similitud de la pista artificial con el hielo real es impresionante. "Para mí fue una experiencia única. (…) Es algo que revoluciona la industria", comentó.