La celebración de la aparición de la Virgen de Guadalupe como cada año fue acompañada no solo por la melodía de las oraciones, sino también por el ritmo de huehuetls, danzas y olor de copal. Los concheros, danzantes mexicas y aztecas acudieron a la Plaza Mariana para dar las gracias a Madre, a quien aún algunos peregrinos indios llaman Guadalupe-Tonantzin, 'nuestra madrecita venerada' en nauátl.
1 / 28
Ubicada a los pies del Cerro del Tepeyac de la Ciudad de México, la Basílica de Guadalupe se convirtió en el principal santuario católico de América y uno de los lugares religiosos más visitados del mundo. Anualmente la Basílica recibe alrededor de 20 millones de feligreses.
Foto: Vista a la Plaza Mariana y a la Antigua Basílica durante la celebración de la aparición de la Virgen de Guadalupe.
© Sputnik / Daria Iafiasova
2 / 28
Según la tradición católica, en diciembre de 1531, 10 días después de la caída de Tenochtitlán en manos de conquistadores españoles encabezados por Hernán Cortés, la Virgen se le apareció al indígena Juan Diego Cuauhtlatoatzin. Como Santa María era de tez morena, la llaman también la Morenita.
La Virgen se presentó cuatro veces ante el indígena y, en la última, para demostrar al obispo fray Juan de Zumárraga el milagro de la aparición. Le ordenó a Juan que cortara unas rosas que acababan de florecer en lo alto del cerro de Tepeyac en pleno invierno para llevarlas al obispo. Las guardó en su manto. Zumárraga lo recibió y en este momento se reveló que la imagen de la Virgen de Guadalupe se había quedado impresa en el manto, que, según dicta la tradición, está exhibido en la Basílica.
Tras presentarse las pruebas milagrosas, el obispo ordenó comenzar la construcción de una iglesia para la Virgen de Guadalupe en el cerro de Tepeyac.
© Sputnik / Daria Iafiasova
3 / 28
Según la tradición católica, en diciembre de 1531, 10 días después de la caída de Tenochtitlán en manos de conquistadores españoles encabezados por Hernán Cortés, la Virgen se le apareció al indígena Juan Diego Cuauhtlatoatzin. Como Santa María era de tez morena, la llaman también la Morenita.
La Virgen se presentó cuatro veces ante el indígena y, en la última, para demostrar al obispo fray Juan de Zumárraga el milagro de la aparición. Le ordenó a Juan que cortara unas rosas que acababan de florecer en lo alto del cerro de Tepeyac en pleno invierno para llevarlas al obispo. Las guardó en su manto. Zumárraga lo recibió y en este momento se reveló que la imagen de la Virgen de Guadalupe se había quedado impresa en el manto, que, según dicta la tradición, está exhibido en la Basílica.
Tras presentarse las pruebas milagrosas, el obispo ordenó comenzar la construcción de una iglesia para la Virgen de Guadalupe en el cerro de Tepeyac.
© Sputnik / Daria Iafiasova
4 / 28
Cada año miles de peregrinos llegan a la Ciudad de México desde diferentes rincores del país y del mundo.
© Sputnik / Daria Iafiasova
5 / 28
Los feligreses hacen su peregrinaje de varios kilómetros en bici, a pie o de rodillas. A menudo van cargando nichos o cuadros de la Virgen.
© Sputnik / Daria Iafiasova
6 / 28
Este año, a las siete de la mañana del Día de la Virgen de Guadalupe la capital recibió a 9,8 millones de peregrinos, de acuerdo con las autoridades locales.
© Sputnik / Daria Iafiasova
7 / 28
Algunos ellos se desplazaron justo hasta la Plaza Mariana.
© Sputnik / Daria Iafiasova
8 / 28
Su fe en la Basílica de Guadalupe también la expresan los seguidores de la cultura indígena y prehispánica.
© Sputnik / Daria Iafiasova
9 / 28
Antes de la Conquista española el lugar de la aparición de la Virgen de Guadalupe —el cerro de Tepeyac — era un templo en honor a la diosa Tonantzin, o Nuestra madrecita reverenciada.
© Sputnik / Daria Iafiasova
10 / 28
Según el cronista español Bernardino de Sahagún, "allí [en el cerro] hacían muchos sacrificios en honra de esta diosa, y venían a ella de muy lejanas tierras, de más de veinte leguas de todas las comarcas de México, y traían muchas ofrendas: venían hombres y mujeres y mozos y mozas a estas fiestas. Era grande el concurso de gente en estos días y todos decían 'vamos a la fiesta de Tonantzin'; y ahora que está ahí edificada la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, también la llaman Tonantzin, tomando ocasión de los predicadores que también la llaman Tonantzin".
© Sputnik / Daria Iafiasova
11 / 28
Así comenzó la mezcla de creencias. Los indígenas acuñaron el nombre de Guadalupe-Tonantzin, dado que la consideraban la misma identidad.
© Sputnik / Daria Iafiasova
12 / 28
Hoy en día los concheros, graniceros, danzantes mexicas y grupos aztecas llegan a la Plaza Mariana para honorar Madre, Guadalupe-Tonantzin.
© Sputnik / Daria Iafiasova
13 / 28
El día 12 de diciembre la plaza ante la Basílica de Guadalupe se llena de holor de copal, atributo necesario para la celebración.
Foto: Sahumadora ofredando copal.
© Sputnik / Daria Iafiasova
14 / 28
"El día de hoy se celebra la Virgen de Maria, pero antiguamente se festejaba Tonatzin, que es Nuestra Madre Tierra. Nosotros venimos a ofrecerle nuestro cansancio, nuestro tiempo, nuestro sudor y amor, a rendirle un tributo. Para esto necesitamos limpiar nuestro cuerpo, nuestra mente y eso se hace por medio de copal", explicó a Sputnik el ritual de purificación Fausto Gallegos, de Querétaro (en la foto).
© Sputnik / Daria Iafiasova
15 / 28
Otra parte importante de la celebración es la danza que tiene varios nombres: la danza azteca, danza de la conquista, danza chichimeca o danza de los concheros.
© Sputnik / Daria Iafiasova
16 / 28
"Tuvo su origen después de la conquista de los españoles en el año de 1531 y, aunque las danzas religiosas ya se practicaban en el mundo prehispánico para adorar a sus dioses o para celebrar alguna festividad, la concepción ideológica de la danza cambió después de la conquista por el proceso de evangelización de los frailes españoles", revela el texto del Catálogo fotográfico de 'Danzas concheras', elaborado por el Gobierno del país.
© Sputnik / Daria Iafiasova
17 / 28
El tema de la evangelización también tiene su representación en el Día de Guadalupe, tanto en bailes como en los disfrazes que se usan. Hoy en día no se cierra el debate entre los historiadores acerca de si el culto a Tonantzin fue utiliziado por los españoles como base para desarrollar el culto a la Virgen de Guadalupe.
© Sputnik / Daria Iafiasova
18 / 28
El vestuario de los concheros depende de la ubicación geográfica y contiene varios elementos.
© Sputnik / Daria Iafiasova
19 / 28
También depende del papel que toma la persona en la danza. Foto: Traje del dios de la Guerra, Huitzilopochtli.
© Sputnik / Daria Iafiasova
20 / 28
Danza de Chivo.
© Sputnik / Daria Iafiasova
21 / 28
Danza de los Pilatos.
© Sputnik / Daria Iafiásova
22 / 28
Una de las partes del atuendo más importantes es el copilli, que significa tocado o corona. Para su decoración usan las plumas de varias aves: las de quetzal, el cóndor y el águila se consideran las más respetadas.
© Sputnik / Daria Iafiasova
23 / 28
Según algunos investigadores, las plumas generan la conexión entre el corazón y el cielo.
© Sputnik / Daria Iafiasova
24 / 28
Otra parte del vestuario del danzante es el ayoyote, que de hecho se usa como instrumento musical.
© Sputnik / Daria Iafiasova
25 / 28
Los ayoyotes se ponen en los tobillos y en las muñecas de los danzantes. El sonido que se produce con cada movimiento representa la lluvia y el zumbido de la víbora de cascabel.
© Sputnik / Daria Iafiasova
26 / 28
Las seseras a menudo forman parte del vestuario de los danzantes.
© Sputnik / Daria Iafiasova
27 / 28
Por el simbolismo y el mensaje que transmite cada danza, se suele decir que los danzantes son los que rezan con los pies a la Morenita del Tepeyac.
© Sputnik / Daria Iafiasova
28 / 28
El Día de la Virgen de Guadalupe pone de manifiesto las diferencias entre las culturas que han formado al México contemporáneo y, a su vez, su fuertes lazos.
© Sputnik / Daria Iafiasova