"En Rusia cada año se producen unas 44.000 toneladas de basura de filtros de cigarro", dice el comunicado.
La nota indica que "la producción de una tonelada de acetato de celulosa (forma parte de un filtro de cigarro) causa 1,4 toneladas de equivalente de CO2 de gases de efecto invernadero".
"Resulta que la producción de los filtros provoca la emisión anual de más de 61 millones de toneladas de gases de efecto invernadero, lo que equivale a una huella de carbono de 15.400 personas", apunta el texto.
Greenpeace recordó que las colillas son la principal fuente de contaminación de las aguas rusas.
"El alquitrán de tabaco, que se queda en el filtro de acetato de celulosa, está compuesto por 3.500 sustancias químicas, muchas de las cuales son tóxicas para los peces, mientras que para el hombre es un carcinógeno", subrayó.
A nivel mundial, según la oficina rusa de Greenpeace, anualmente se producen seis billones de cigarros, mientras que el medio ambiente resulta contaminado con hasta 680 millones de toneladas de colillas.