"Una parte de las tropas estadounidenses fue devuelta al este del Éufrates supuestamente para proteger 'las torres petroleras'; de hecho, se lleva a cabo la apropiación de hidrocarburos con fines comerciales, así como para alimentar a las fuerzas antigubernamentales de la región", dijo Mizintsev durante la sesión conjunta de los centros de coordinación ruso y sirio de repatriación de los refugiados.
"El robo abierto de la propiedad nacional del pueblo sirio dificulta la rápido recuperación de la economía", concluyó Mizintsev.
A finales de octubre el Pentágono declaró que las fuerzas estadounidenses protegerían los campos de petróleo ubicados en el noreste de Siria del grupo terrorista ISIS (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países).
El 5 de octubre, la agencia de noticias turca Anadolu informó que los militares estadounidenses construyen dos nuevas bases en la gobernación nororiental siria de Deir Ezzor, rica en recursos petroleros.
También hay datos de que EEUU habría enviado a la región entre 250 y 300 soldados adicionales, vehículos blindados, armas pesadas y municiones.
El 1 de noviembre, las tropas estadounidenses reanudaron las misiones de patrulla cerca de los yacimientos petroleros del noreste de Siria, que habían sido suspendidas mientras Turquía llevaba a cabo su operación contra las milicias kurdas en las zonas fronterizas.