"Está en marcha un golpe de Estado contra el presidente legítimo de Bolivia, Evo Morales. La derecha opositora se niega a reconocer su derrota en las urnas y acude a la violencia y la fuerza en contra del orden constitucional. Denunciamos enérgicamente el golpe traicionero", escribió en su cuenta de la red social de Twitter el mandatario cubano.
Las protestas en Bolivia comenzaron hace casi tres semanas, después de que grupos opositores denunciaran un presunto fraude en favor de la reelección de Morales.
Los dirigentes más radicales de la oposición boliviana anunciaron que no reconocerán los resultados de la auditoría de la OEA, y exigen la renuncia del presidente Evo Morales, que se alista a comenzar su tercer mandato presidencial.
Desde Cuba, también se pronunció el canciller de la isla, Bruno Rodríguez Parrilla, quien a través de un mensaje en Twitter denunció enérgicamente el "golpe de Estado en marcha contra el presidente legítimo de Bolivia, Evo Morales", y llamó a detener lo que calificó como una "peligrosa maniobra".
También convocó a un diálogo con los partidos de la oposición con una agenda abierta, instó a la policía y al ejército a cumplir con la Constitución en su misión de preservar la integridad del pueblo, e invitó al papa Francisco, organismos internacionales, iglesias y a todos los países del mundo “a acompañar este diálogo y a conocer de cerca este golpe de Estado en marcha”.