"Cobarde ataque en contra de la sede nacional de la Unión Demócrata Independiente", criticó la presidenta del conglomerado, Jaqueline Van Rysselverghe a través de su cuenta de la red social Twitter.
En el interior, destruyeron parte del mobiliario como sillas, cuadros, lámparas y ventanas, e hicieron una serie de pintadas en contra del partido.
La turba fue disuelta por personal de Carabineros (policía militarizada), que se quedaron resguardando el recinto.
Las movilizaciones comenzaron el 14 de octubre en Chile debido a un alza de 30 pesos (menos de un dólar) en el precio del pasaje del Metro de Santiago, que días más tarde fue anulada por Piñera.
El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) recibió denuncias por violaciones a los derechos humanos a raíz del actuar de la policía y militares, acusando torturas, abusos de poder, golpes y detenciones arbitrarias, situación que también está siendo analizada por la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
Hasta el momento la cifra oficial es de 23 muertos, cinco de los cuales perdieron la vida a manos de efectivos de las Fuerzas Armadas y Carabineros.