Ubicadas a lo largo de 1,7 kilómetros, las instalaciones que ya están abiertas al público, representan lo más distintivo de esta tradición. Una calavera gigante hecha de azúcar y decorada con emblemáticas flores de cempasúchil de plástico y tela da la bienvenida a los visitantes en un ambiente donde reinará la música oaxaqueña.
Campos de cempasúchil y cementerios de tamaño real son otros de los atractivos, así como una mega ofrenda interactiva que consiste en una pantalla gigante donde los asistentes podrán reproducir las fotos de sus seres queridos fallecidos, que previamente deben enviar al sitio del evento.
También estarán representadas las deidades ancestrales de Xólotl, un dios en forma de perro que se encarga de transportar a los espíritus por el reino de la muerte y de Mictlantecuhtli, señor del inframundo, según describe El Universal.
Asimismo, los visitantes podrán visitar y llevar flores a los escritores mexicanos más ilustres cuyos bustos estarán expuestos en un panteón, como el de Sor Juana Inés de la Cruz y Manuel Gutiérrez Nájera, entre muchos otros.
Al final, y cerca del Lago Menor del Bosque de Chapultepec, se escuchará el relato de 'La Llorona', un personaje del folclore hispanoamericano que según la tradición oral es el alma en pena de una mujer que ahogó a todos sus hijos y que arrepentida los busca por las noches cerca de las aguas.